El viernes al anochecer dos delincuentes intentaron robar en una casa ubicada en la calle El Jume 2958 en Ciudad Evita. En dicha vivienda se encontraban una mujer (María Cecilia Geordan, 52) , junto a su hija, quienes estaban colgando la ropa en la terraza. Desde allí escuchan ruidos extraños y cuando deciden bajar se encuentran con que los ladrones ya estaban subiendo las escaleras hacia donde estaban ellas. 

Los asaltantes tomaron de rehén a Geordan y su hija, antes de ser reducida, logró salir al balcón y gritar "auxilio". Los vecinos la escucharon, uno de ellos llamó a la Policía y al mismo tiempo decidieron acercarse a la casa para ver qué pasaba. Pero cuando llegaron los delincuentes ya habían decidido darse a la fuga. 

Los dos hombres salieron corriendo y se toparon, a 200 metros del lugar, con una procesión de Semana Santa, quienes al ser avisados por el resto de los ciudadanos que aquellas personas eran ladrones, fueron a lincharlos. 

Uno logró escapar, al otro lo agarraron, lo tiraron al piso, lo ataron con los cordones de sus zapatillas y lo golpearon brutalmente. Uno de esos golpes le provocó una hemorragia cerebral que lo mató en el acto.

Cuando llegó la Policía el asaltante ya estaba sin vida. Los vecinos hicieron un pacto de silencio para no confesar quién le dio el golpe mortal. 

El ladrón fue identificado como Gustavo Marcelo Quispe. Un joven que ya había estado preso cinco años por homicidio, pero como cometió el delito siendo menor de edad la pena que recibió fue mínima. 

Era hijo de una mujer que salió hace unos años en los medios porque robó una escribanía y en su momento había declarado a la prensa que estaba presente en el episodio que "robaba para sus hijos".