Mauricio Macri reapareció unas pocas horas después de que terminara el G20, donde los integrantes del gobierno consideran que salieron aireosos, por la falta de conflicto en las calles y la posibilidad de emitir un comunicado final. 

Al respecto, el máximo mandatario consideró que "organizar la cumbre fue una enorme responsabilidad. Es la primera vez que le dieron la presidencia a un país sudamericano y no es algo rotativo". 

Asimismo, resaltó el trabajo de su gestión para que la cumbre salga como salió: "No subestimemos la magia que podemos tener. Generamos un ambiente de alegría y buena energía", señaló en una entrevista televisiva. 

Sobre la falta de inversiones, que el gobierno había prometido 'una lluvia' al comienzo de su mandato, sostuvo que "tuvimos muchísima inversión, pero no toda la que soñamos para que se vea el cambio bestial en la Argentina; las cosas son un proceso", explicó. 

Parte del 'éxito' de la cumbre se debe a que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estuvo tranquilo y no discutió con el presidente chino Xi Jinping, con quien tiene una fuerte guerra comercial y cooperó a la firma del documento final. 

Macri se otorgó parte de la responsabilidad por ese comportamiento de Trump ya que por su amistad de hace 30 años lo convenció de venir a Argentina. "Es un negociador muy duro y por eso casi que no quería venir", comentó durante una entrevista con el canal TN. 

"Mi estilo poco formal me ayudó. Trabé una relación no tan protocolar con todos los líderes. Y a Donald tengo la suerte de conocerlo hace más de 30 años", agregó.

Por otra parte, debió dejar de lado el optimismo con que pareciera encarar el fin de año para hablar sobre las posibilidades de conflicto social por parte de a quienes no les cambió la vida el G20. 

"Los violentos no tienen que alterarnos. Queremos ir hacia el futuro, no volver al pasado. La amenaza de diciembre tiene que desaparecer y no volver más", sostuvo el presidente.