Distintas prestatarias de servicios de telecomunicaciones han sufrido varios hechos delictivos durante el último tiempo, como el caso que sufrió Telefónica por el robo de cables de cobre en Mar del Plata durante el mes de julio de este año. No se trata de un nuevo delito, pero sí uno en crecimiento, que afecta directamente a distintas compañías. Empresas como Telefónica y Telecom registraron perjuicios económicos que superan más de mil millones de pesos y miles de clientes afectados desde que comenzó el año. 
Sin embargo, durante los últimos meses se evidenció una situación particular y poco conocida en la que se produjeron cortes intencionales sin evidenciarse robo de ningún elemento y/o cable. La semana pasada, detuvieron a 4 personas en la localidad de Lanús por presunto sabotaje a la red de Fibra Óptica de la empresa Claro. 
Estos hechos han afectado a más de 4 mil clientes durante la cuarentena y tienen connotaciones bien particulares que difieren del mero robo de cables, porque pareciera incluir objetivos bien diferentes y puntuales, dirigidos a perjudicar a la empresa y a sus clientes, al servicio que presta y a la consideración que los usuarios tienen de ella. Los actos delictivos, lejos de demostrar pretensiones económicas, parecen buscar sólo el daño por el daño mismo. Ese parece ser el único objetivo buscado por estas personas. 

Alejandro Quiroga López, director de Asuntos Regulatorios e Institucionales de Claro en Argentina, Uruguay Paraguay, en diálogo con Filo.news, detalló: “En el marco de la investigación se incautaron varios elementos que evidencian que hay toda una planificación para hacer los cortes. Tuvimos dos hechos graves la semana pasada, uno el martes en Avellaneda y el jueves en Lanús. Se hicieron 12 cortes sobre la red de fibra óptica, la red troncal, se afectaron a más de mil usuarios. Se trata de cuadrillas de 4 personas con equipamiento específico para subirse a los postes, hicieron estos cortes en un lapso de una hora y diez minutos”.

“Todos los delincuentes fueron detenidos y el caso fue caratulado como ‘asociación ilícita, cohecho y tenencia de armamentos’, porque no se robó material alguno, sino que habían ido únicamente a producir el daño” informó Alejandro Quiroga López.
El daño que provocan estas organizaciones se produce directamente en los usuarios que, por el aislamiento social, preventivo y obligatorio, necesitan más que nunca el servicio de internet. Por esto, desde la empresa afirman que es muy importante que se sepa que “estos hechos delictivos ocurren” y que ya están trabajando para evitarlos y dar finalmente con los responsables.

 “Hemos habilitado un correo electrónico seguridadfisica@claro.com.ar donde recibimos todo tipo de ayuda y colaboración de los clientes en el caso de advertir hechos sospechosos, ya que hemos notado una creciente colaboración de vecinos y clientes. Es importante que la gente esté alerta para denunciar estos hechos. Los vecinos son los principales afectados y son los que nos están ayudando fuertemente. Ya establecimos un grupo de trabajo que está siempre disponible para trasladarse a estas zonas y arreglar esto, porque nuestra prioridad es el servicio a los clientes, que es sobre lo que se basa el funcionamiento de nuestra compañía”, aseguró Quiroga.
Además, comentó que: “Adicionalmente al traslado inmediato del grupo de trabajo a las zonas afectadas y a las acciones judiciales emprendidas, estamos trabajando en una solución tecnológica, basada en internet de las cosas, que permitirá detectar en forma inmediata la manipulación no autorizada de la red, la identificación y trazabilidad en caso de sustracción, ayudando de esta manera a mitigar ocurrencia”.

En el marco de la investigación del hecho del jueves pasado en Lanús, se realizó un allanamiento donde se secuestraron armas, municiones, croquis y fotos de otras zonas donde debían cortar las conexiones para sabotear el servicio, y todos de la misma empresa Claro. Al respecto, Quiroga dijo: “Está recién iniciándose la investigación, el hecho en sí mismo es muy grave. No nos pasa en el resto del país, solo en el conurbano. Eso es lo raro”.

Según afirmó el representante de Claro, se trata de una banda evidentemente organizada con el único objetivo de perjudicarlos directamente. “Como los hechos son reiterados y puntuales, entendemos que lo que buscan es que los clientes piensen que la red tiene algún problema de funcionamiento, pero básicamente es una acción que nos invita a pensar que alguna otra empresa con la que estamos compitiendo localmente, pueda ser la interesada en perjudicarnos. Sin embargo, es muy difícil pensar, o cuesta creerlo, que otra compañía de idéntico servicio, esté haciendo esto, solo para evitar la sana competencia”, explicó.
Los distintos hechos de vandalismo de este tipo que registró Claro durante este año, fueron un total de 28 casos, de los cuales 12 cursan su propia investigación en la justicia con varias personas que fueron detenidas.