El hecho se produjo ayer, poco antes de las 10 de la mañana en la calle Alessandri entre Azul y Avellaneda, en Morón. Un pitbull, de nombre "Jason", bautizado así por su dueño, Marcelo Ríos, ex concejal y director de la Unidad de Gestión Comunitaria (UGC) número 9 de Morón, comenzó a atacar a varios vecinos que pasaban por la cuadra. 

En el parte que difundió la Policía enumeran a cinco víctimas pero los vecinos dicen que fueron ocho. Algunos de ellos resultaron heridos en su afán de ayudar: intentando separar la boca del animal de alguna parte del cuerpo de la persona que era atacada. El perro tomó el control de la calle Alessandri, sin bozal y sin correa, cada uno que pasaba era amenazado. 

Marta Orellana, de 46 años, fue la primera víctima. Llevó a su hijo de 12 a la maestra particular porque tiene que rendir materias en febrero. Lo dejó en la casa de la docente y cuando regresaba vio al animal: "Me sacó todo el tendón con un pedazo de carne. Me destrozó el brazo. Me salvó un hombre y su señora que también resultó herida en la pierna", dijo en diálogo con la prensa. 

Marta y las dos personas que la ayudaron se encerraron en una casa y llamaron a la policía y a una ambulancia. De fondo escuchaban gritos de otras personas que también estaban siendo atacadas.

Cuando los efectivos de la Policía Bonaerense llegaron los vecinos les pedían que le disparen pero los efectivos explicaban que no tenían orden para hacer eso. El perro los atacó también a ellos, fue ahí cuando le dispararon dos veces y el animal escapó y siguió, herido, atacando personas. 

Finalmente "debido al estado incontrolable del can y priorizando la integridad de los ciudadanos" abatieron al animal después de otros dos disparos. 

Una vez en el hospital, cuando Marta le preguntó a la cirujana cuántos puntos le habían puesto, ella le respondió que había perdido la cuenta, que llevaba más de tres rollos de hilo gastados.