El martes 28 a las 9 de la mañana, Nahir Galarza inició una huelga de hambre. Su objetivo era conseguir que habilitaran las visitas en medio de la pandemia. Desde aquel día la joven rechazó todos los alimentos que le ofrecen en la Unidad Penal Número 6 de Mujeres de Paraná y solo toma agua.

Finalmente tras perder 8 kilos, sentirse debilitada y mareada Nahir decidió dar por finalizada su protesta sin obtener respuestas a su reclamo de reanudar las visitas, las cuales habían sido suspendidas en todas las cárceles del país para evitar el contagio del coronavirus.

La frase que la convenció de ponerle fin a la huelga fue: "Nahir para poder recibir visitas tenés que estar bien, sino vas a terminar internada", que salió de la boca del abogado Claudio Berón. "Si seguía así, iba a enfermar por la abrupta pérdida de peso. Y tampoco iba a poder recibir a sus padres", aclaró a los medios. 

En diálogo con Canal 11 de Paraná, Nahir afirmó que inició la huelga de hambre el martes 28 de abril y que le realizaban "controles todos los días de presión, temperatura, peso y glucosa".

"El pedido es por todas las visitas en general, no solo por el lunes", dijo en relación a una solicitud que había formulado para que sea visitada por su padre, que cumplía años ese día.

Por otro lado, indicó que mantiene contacto con su familia "todos los días", y que no cree poder obtener prisión domiciliaria ya que "niegan todo" lo que solicita.

"Veo todo lo que dicen de mí, cada uno piensa lo que quiere en base a lo que ve y lo que saben pero pocas personas saben lo que pasó, es fácil opinar", agregó.

El 27 de abril, el Supremo Tribunal de Justicia de Entre Ríos (Stjer) rechazó un nuevo pedido de arresto domiciliario de Galarza, solicitado por su defensa en el marco de la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus.