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#Narcisismo: el síndrome de las redes sociales

De repente todo gira en torno a Facebook, Instagram, Twitter, Snapchat, y la vida de muchos se reduce solo a eso. ¿Qué es lo que está pasando? ¿Las redes aumentan el ego o te lo arrastran por el piso?
#Narcisismo: el síndrome de las redes sociales

Pocos son los que han quedado fuera de esta gran burbuja que fueron conformando las redes. La mayoría vive pendiente de su smartphone, como si el aparato fuera una parte fundamental de su vida, una extensión de su propio cuerpo. Se desesperan cuando no lo tienen a mano y les aterra la idea de no tener conexión a Internet por algún período de tiempo.

Ya no comen, no caminan, no respiran sin antes (o en el mismo instante) expresarlo en las redes sociales. Un síndrome que sin dudas afecta a la sociedad actual.

Pero el problema no solo reside ahí. ¿Por qué no tengo suficientes seguidores? ¡No le diste like a mi foto! ¿No te gustó? ¿Qué debo subir para que sea visto? ¿Será que no valgo la pena? Son algunos de los reclamos que se escuchan diariamente ante las diferentes reacciones redes socialeras.

¿Dónde quedó ese mundo en el que solo importabas por lo que realmente eras? Sin dudas muy lejos. Hoy la gente no se cansa de demostrar que es absolutamente feliz, aún cuando no lo es. Se pierden los momentos más especiales y únicos por tomar infinitas fotos que luego compartirán con los demás.

Nos cansamos de ver grupos de amigos reunidos que lo único que hacen es estar inmersos en sus celulares y no son capaces ni de levantar la vista para brindar una respuesta. Lo mismo pasa cuando vas al super o al kiosco, ni nos damos cuenta que del otro lado hay una persona que nos está atendiendo. Pareciera como si las relaciones solo se construyeran a través de un aparato, ¡y a la distancia!

Por eso muchos bares y restaurantes han impuesto la “moda” de colocar una canastita sobre el borde de las mesas para que cada uno deje su celular, con el desafío: “El primero que lo agarra, paga la cuenta”. Sin faltar los que han colocado un cartel que dice: “No tenemos wifi, hablen entre ustedes”. 

Sin dudas una pelea contaste de egos. ¿Pero este ego crece o se destruye por completo? Todo depende de que tan popular seas, y eso lleva a generar traumáticos problemas de personalidad. Muchos terminan tirados en la cama llorando a causa de un like menos que la foto de su amiga o porque alguien la ha dejado de seguir.

Las redes terminan siendo así potenciadores del ego. Se exhibe todo lo que uno “es” o más bien lo que se quiere mostrar. Es una exposición a la opinión del resto que lleva obviamente a la crítica, cosa que no muchos están preparados para soportar.

Ahora bien, también hay que entender que quienes generan todo ese mundillo somos nosotros mismos, que nos permitimos que todo eso se haga real. En sí mismas las redes sociales no son el problema de base, sino quien las debe dominar somos nosotros mismos de acuerdo a como te presentes ante ellas y como interpretes todo su entorno.