Lautaro Bustos era jugador de inferiores de Futsal del Club Rivera, tenía 10 años y futuro. Pero la desgracia lo alcanzó el domingo por la tarde cuando asistió a un club en Chimbas a ver un partido con su abuelo.
En un parate el menor fue con dos amigos a refrescarse a un pequeño canal que pasa por la puerta del predio. En uno de los chapuzones resbaló antes de tirarse y automáticamente atinó a aferrarse de lo primero que tenía cerca: el cable de tensión. La descarga eléctrica lo mató en el acto.
Autoridades del club explicaron que llamaron al menos tres veces a Energía San Juan para hacer el reclamo del cable suelto, pero nunca recibieron respuesta desde la entidad.
El hecho está judicializado y se investiga como un homicidio culposo.