Luego de un año donde los epidemiólogo fueron nuestro faro para guiarnos a través de una pandemia. Sin dudas la voz autorizada de Pedro Cahn nos deja un mensaje frente a lo que podrá suponer en el caso de enfrentar la segunda ola de coronavirus. Cuestión que alertó Alberto Fernández en su última cadena nacional, la semana pasada. 

En exclusiva para Tiempo Argentino, Cahn respondió y realizó un balance del 2020 donde resaltó el esfuerzo de la población que tuvo que aprender normas nueva y adaptarse a la realidad sorprendente que llegó y aún seguimos afrontando y expresó: "Cuando pase todo esto, si es que en algún momento logramos controlar efectivamente la pandemia, tenemos que pensar muy bien qué cosas que pasaron no pueden volver a pasar, y qué costumbres y hábitos que incorporamos hay que mantener, como la higiene de manos. Durante un largo tiempo habrá que seguir usando el barbijo. La ventilación de los ambientes es un tema a prestarle mucha atención. Cuando empezaron las medidas, hace un año, nadie imaginó que un año después íbamos a estar discutiendo en qué momento hay que reponerlas, si es que hay que hacerlo".

Luego consultado por el periodista, Gustavo Sarmiento, habló de la segunda ola que se avecina y que ya es un hecho en países hermanos. "Cuando uno mira lo que pasa alrededor, en Chile, Uruguay, Paraguay y Brasil, es muy difícil pensar que no nos pueda pasar a nosotros. Inciden un par de factores: primero, el aumento de la movilidad. El virus no viaja solo. Hay muchos contagios", explicaba. 

Además puso como ejemplo de lo que no debemos hacer, a Brasil quién desde el momento cero de la pandemia desestimó al virus y no realizó ninguna medida previsional y paga las consecuencias con las muertes de sus ciudadanos:" Brasil, que es el perfecto ejemplo de lo que no debe hacerse, con la falta de conducción centralizada del Ejecutivo nacional, con campañas antivacunas y anticuidados, y felicitando las marchas anticuarentena para desesperación de los gobernadores, el resultado es de 3000 muertos por día, que son los que se conoce, seguramente habrá más"

A la hora de ofrecer su opinión y mirada sobre la llegada de las nuevas cepas explicó: "Acá hay una tensión entre la necesidad sanitaria y la económica. Si la respuesta fuera todo sanitaria a partir del lunes no sale nadie a la calle, y la pandemia la controlamos, solo que eso es imposible. Esta semana toda la región de París está con cierre total con fuerzas militares en la calle, para impedir que la gente salga. Los cierres totales son inaplicables. Podés hacerlo solo por 24 horas, y no sirve para nada".

Asimismo, habló específicamente de los viajes de egresados, que tan cuestionados fueron las semanas pasadas, ya que los estudiantes volvían en su mayoría contagiados y fue categórico: "Los viajes de egresados, en cambio, podrían evitarse perfectamente. El Ejecutivo tiene poder para hacerlo. Estamos en pandemia, hay gente muriendo, y vos me estás hablando de que vas a un viaje de egresados… Diferenciemos lo que es sustancial. ¿Te vas a Buzios a la playa? No es el momento para hacerlo".

Cahn además se explayó al sobre la vuelta al confinamiento, como algunos países de Europa ya están aplicando y sobre esto dijo:" La sociedad no es la misma, porque hay un grado de agotamiento muy grande. Además, evidentemente, y en forma lamentable, esto se ha transformado en una cuestión política. Se usa la pandemia para hacer política y se atacan las medidas", habló sobre la grieta política que atraviesa las medidas sanitarias. 

 "Si suben los casos, es culpa del Ministerio de Salud; si ponen limitaciones para que no suban, es una "infectadura" que anula las libertades de las personas. Es muy difícil manejar las cosas así".

"Por otro lado, una enseñanza que nos deja el año pasado es que no tenés que tomar las mismas medidas de Usuahia a La Quiaca al mismo tiempo. Ya no hacen falta cuarentenas tan largas. Con diez días de aislamiento sabemos que es posible controlar gran parte del fenómeno, y por ahí necesitás hacerlo en Buenos Aires y no en Tucumán, o viceversa".

Con la llegada del frío, el experto fue consultado sobre cómo afectará a la población y si será un agravente para el aumento de casos, dondé explicó que con la llegada del frío la gente tiende a encerrarse.Y que si disminuímos las reuniones sociales la propagación del virus, baja. 

"Hay individuos supercontagiadores, que no son fáciles de identificar, que tienen muy alta carga viral, y en una fiesta de 80 personas esa persona contagia a 60. Por eso insistimos con reuniones con número limitado en espacios abiertos o bien ventilados. En la primera quincena de enero tuvimos un rebrote fruto de las reuniones de fin de año".

No obstante, añadió, que tras el relajamiento del verano, volver a acatar normas sobre el cumplimiento de protocolos tendrá que ver en la forma en la que nos comunican las medidas: "Eso tiene mucho que ver con la manera en la que el gobierno comunique la situación. Esta semana el presidente dio a entender que si no nos cuidamos vamos a tener que avanzar con otras medidas. Tal vez no lo dijo muy claramente... Acá es donde se empieza a mezclar la cuestión política".