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Perpetua para Etchecolatz por los crímenes cometidos en Brigada San Justo

El represor recibió su octava condena a perpetua, esta vez por los secuestros, torturas y crímenes cometidos en ese centro clandestino de detención.

Perpetua para Etchecolatz por los crímenes cometidos en Brigada San Justo

Este miércoles 2 de diciembre el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata condenó a cadena perpetua al represor Miguel Etchecolatz por los crímenes de lesa humanidad cometidos en Brigada San Justo durante la última dictadura cívico militar.

El juicio en cuestión investigaba las privaciones ilegítimas de la libertad, agravada por torturas, homicidio y abuso sexual en perjuicio de 84 víctimas que estuvieron cautivas en el mencionado centro clandestino de detención. Es la octava cadena perpetua que recibe.

Etchecolatz siguió el veredicto desde el penal de Campo de Mayo -donde se encuentra detenido por otras causas- y para escuchar la pena se puso de pie, luciendo un cartel colgado en su cuello que rezaba "Señor Jesús, si me condenan es por seguir tu causa", reinvindicando sus crímenes.

En el proceso oral y público de esta causa estuvieron imputados miembros del Ejército, de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y civiles que integraron el gobierno bonaerense durante los años del terrorismo de Estado.

Entre ellos se contaron Rodolfo Enrique Godoy, responsable del Área 114; Roberto Armando Balmaceda, Jorge Héctor Di Pasquale, Ricardo Armando Fernández, Emilio Alberto Herrero Anzorena, Carlos del Señor Hidalgo Garzón y Carlos María Romero Pavón, quienes integraron el Destacamento de Inteligencia 101.

La asociación Abuelas de Plaza de Mayo, querellante en este juicio, recordó a través de un comunicado que, entre los casos que se analizaron en el debate, se encuentran los secuestros de María Asunción Artigas, Mónica Sofía Grinspon y Mónica María Lemos, quienes permanecieron detenidas embarazadas en la Brigada de San Justo y fueron trasladadas al Pozo de Banfield.

Allí, María Asunción y Mónica dieron a luz a sus hijas, Victoria Moyano Artigas y María José Lavalle Lemos, restituidas en 1988 y 1987, respectivamente. También se investigaron los hechos en torno a las hijas de Mónica María Lemos: María Lavalle, luego de ser secuestrada junto a sus padres, permaneció en la Brigada de San Justo hasta ser entregada días después a unos vecinos, y su hermana, María José Lavalle Lemos, fue entregada en aquella Brigada a quien la inscribió como hija propia, Teresa Isabel González.

Manifestantes agrupados en las inmediaciones

Se incluyeron, además, los secuestros de Claudio Ernesto Logares y Gustavo Antonio Lavalle. Ambos fueron secuestrados con sus compañeras e hijas.

La Brigada de Investigaciones de San Justo funcionaba en Salta 2450, San Justo, en conjunto con las dependencias de la Comisaría 1º de La Matanza.

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