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Pide que reabran los centros de rehabilitación para seguir con el tratamiento de su hijo

Su hijo no camina por sus propios medios, necesita la ayuda y la atención de profesionales que no tienen permitido trabajar por la cuarentena. Ella pide que se piensen protocolos para una reapertura en el corto plazo.

Pide que reabran los centros de rehabilitación para seguir con el tratamiento de su hijo

Manuel Leal tiene 4 años y no puede caminar por sí solo: "Es una secuela que le quedó de un ACV (accidente cerebrovascular) intrauterino que tuvo cuando yo estaba embarazada de seis meses", cuenta su mamá Florencia en diálogo con Filo.news.

"Cuando nació estuvo en terapia intensiva, pero a la semana le dieron el alta y recién a sus cuatro meses, al notar que no levantaba su cabecita y que sus músculos se ponían todos duros, le hicieron estudios tras mi consulta al médico y se dieron cuenta que le había quedado un coágulo, a causa de ese ACV que sufrió, el cual le tocaba la parte motora", recuerda Florencia Leal.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Y detalla: "A partir de ahí me enviaron a un centro para que haga kinesiología y que pueda estabilizar su cabecita, además de sacar esa dureza que tenía en los músculos". Desde ese entonces y hasta el día de la fecha Manu asiste a CETIB, en Berazategui, ciudad en la que reside junto a su mamá.

"Yo tengo la suerte de tener una obra social que me cubre todo desde que me dieron el carnet de discapacidad, pero hasta ese entonces tuve que pagar el tratamiento de mi bolsillo".

Según cuenta Florencia, Manu empezó yendo al centro dos días a la semana. En esos dos días tenía solamente kinesiología 40 minutos, donde "lo amasaban como si fuese un pancito y donde a él, con ese trabajo, toda su hipertensión muscular se le iba disminuyendo". Así fueron pasando los años y antes de que empiece el jardín le dieron dos sesiones más, las cuales incluían terapia ocupacional para enseñarle a él cómo moverse y cómo comportarse.

"Manu por suerte tiene un avance muy bueno. Su avance fue mucho más rápido de lo que se esperaba, incluso hay cosas que se pensaba que no podía hacer y las hace".

Pero el problema llegó en conjunto con la pandemia por coronavirus y la consecuente cuarentena, ya que todos los centros debieron cerrar. Y si bien trasladaron su atención al modo online, para Florencia no es lo mismo.

"Hace un mes me di cuenta que a Manu se le está doblando la caderita y eso es por la falta de los ejercicios y de sus rutinas y todo lo que él necesita", manifiesta Flor y reconoce: "A mí no me hace mucho caso, yo soy su mamá no soy Cristina su kinesiologa o Laura su terapista. Además tampoco tengo la mano del kinesiologo por ejemplo, más allá de que yo como mamá estoy muy encima de mi hijo porque no es que él va a la terapia 40 minutos y listo, pero esos centros, además de ayudar a que Manu salga adelante para poder caminar solo, tienen un tipo de disciplina que a mí me ayuda un montón en mi casa, y que ahora no la tengo".

"No la tengo porque a la hora de ver un teléfono para que alguien le explique algo o que alguien quiera jugar con él a través de una pantalla es imposible sentarlo, no quiere saber nada", resalta.

"A través de una pantalla es imposible que la mano de Cristina, la kinesiologa, llegue a mi hijo".

A Florencia lo que más le preocupa es la falta que le hace a Manuel la mano del profesional porque "su cuerpito se va deformando sin esa ayuda": "Realmente estoy desesperada porque la cadera de mi hijo no me la va a devolver nadie, solamente una operación y una operación que va a implicar que durante varios meses él deje de hacer sus cosas".

Y aunque asegura estar de acuerdo con la cuarentena, ella pide que por favor se arme un protocolo de seguridad contra el Covid-19 para que se puedan reabrir los centros y los nenes puedan asistir a sus terapias.

"Lo que es discapacidad depende del Ministerio de salud y hacen oídos sordos a todo esto. Acá en Berazategui dejaron abrir hasta solariums, pero no le dan bolilla (sic) a la discapacidad. Ni siquiera en los medios hablan de discapacidad en los nenes chiquitos, hablan todo el tiempo de mayores. No se preocupan por los más pequeños", sostiene.

Manuel en el jardín

A la vez que indica: "Yo no hablo solo por mí, hablo por todos los nenes que podrían ir hoy a hacer sus terapias. Entiendo que muchos no podrían porque sus afecciones físicas los hacen más vulnerables a un posible contagio, pero hay chicos que no tienen esas afecciones y ellos si podrían tranquilamente ir a sus terapias. Incluso por mi parte tampoco sería un problema el traslado, tengo con qué llevarlo; y la mayoría de los nenes de ahí tienen con que ir, no es que se tienen que tomar un colectivo o un tren, y quienes no pueden ser trasladados por sus padres tienen traslado de la obra social o del lugar".

Son tres meses ya en los que Manuel fue perdiendo todo lo que había ganado en movilidad hasta ahora, según expresa su mamá, quien además apunta que lo único permitido a causa del confinamiento es "dar una vuelta a la manzana".

Florencia junto a Manuel

El foco de Florencia está puesto en el pedido expreso de la reapertura de los centros especializados para tratar a los chicos discapacitados, sobre quienes destacó que "no son monstruos o extraterrestres" como suelen verlos. "Manuel si es discapacitado, tiene la discapacidad de no puede caminar por sus propios medios. Hay que entender que todos somos iguales, somos todos personas. La palabra discapacidad está mal vista, pero Manu es igual a todos no es un fenómeno", dijo por último sobre su hijo y sobre como la sociedad posa sus ojos sobre él.

Imagen enviada por Florencia

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