La Navidad comenzó con buenas noticias: bajó considerablemente la cantidad de heridos por pirotecnia en la Ciudad de Buenos Aires. Sólo 24 personas, la mayoría menores de edad, fueron atendidas en el Instituto del Quemado y el Hospital Santa Lucía. No hay heridos de gravedad.

Eduardo Bursztyn, el jefe de guardia del Hospital, atribuyó la notoria baja en la cantidad de accidentados a las campañas de concientización y a la situación económica del país, debido al alto costo de los productos de pirotecnia. En años anteriores, el promedio de heridos en ese hospital oscilaba entre los 350 casos.

En el Instituto del Quemado, de los diez heridos que llegaron, nueve fueron menores de entre 14 años y seis meses. "La responsabilidad fue de los adultos" que estaban con ellos, indicó el médico. El bebé llegó al hospital con una lesión en el cuello, causada cuando su padre encendía pirotecnia mientras lo sostenía en brazos.

Por su parte, la jefa de guardia del Hospital Santa Lucía, Nora Carvalier, también resaltó que la cifra de heridos fue más baja que en años anteriores y celebró que "de a poco, la gente vaya entendiendo" los riesgos de los fuegos artificiales.

Según la doctora, en ese centro médico fueron atendidos 4 mujeres y 10 varones por lesiones de distinta gravedad. El paciente más delicado es un chico de 17 años que está internado luego de que "la contención de plástico de algún tipo de petardo estalló y le pegó en el ojo".