Deshabitado por completo desde hace casi veinte años, fue comprado por los empresarios Francisco Farruggia y Manuel de la Rica en 2001.

Montado en la década de 1920 al estilo francés, con la impronta del arquitecto Alejandro Bustillo y de los constructores Ferrarese y Cia, fue puesto en venta recientemente por falta de coordinación entre los dueños y los vecinos del edificio ubicado entre los cruces de Entre Ríos y Urquiza.

Farruggia y de la Rica, al comprársela a la antigua dueña, una señora apellidada Repetto, se ilusionaron de inmediato con su adquisición, pero por las negativas del consorcio del edificio, todos sus proyectos e ideas se vinieron abajo.

Hasta Roberto Fontanarrosa y el recientemente fallecido Hermes Binner buscaron impulsar algún movimiento cultural en la casa natal del revolucionario. Pero el consorcio, temerario de que el edificio se replete de visitantes, siempre se negó.

"Mis amigos y yo estamos grandes y queremos dejar lugar para que alguien haga otro proyecto", confesó Horacio Baldoni, abogado y amigo de Farruggia, a Télam.

Ahora, el abogado espera cerrar una buena venta y dejarle el departamento del "Che" a quienes sepan darle un mejor uso y, quizás, convencer al consorcio de darle un uso cultural a la casa del rosarino.