Al igual que varios países latinoamericanos, la situación pandémica en Uruguay empeoró de manera alarmante: en los últimos cinco reportes el país registró más de mil casos diarios.

En este sentido, el presidente Luis Lacalle Pou se planteó nuevas medidas para frenar el aumento de contagios, entre ellas, suspender la obligatoriedad para asistir a las clases de manera presencial en Rivera, el municipio más afectado de todos.

Cabe resaltar que la medida durará hasta el 4 de abril y que también se instó a que, en caso de que las autoridades sanitarias lo sugieran, otros municipios pueden tomar medidas de la misma índole y características.

"Queremos alterar lo mínimo posible la relación entre los jóvenes y el sistema educativo. No queremos que se pierda el vínculo, que bastante se agravó el año pasado", declaró el mandatario uruguayo, que señaló que este aumento de casos se pudo haber dado por cierto "relajamiento" en la conducta individual de la gente respecto a la pandemia.

Al mismo tiempo, Lacalle Pou llevó tranquilidad al país anunciando que el día miércoles Uruguay recibirá 51.000 de la vacuna desarrollada por Pfizer y que el 22 de este mes se comenzará a inmunizar contra el COVID-19 a los mayores de 80 años.