En horario central y para todo el país, el presidente norteamericano volvió a apuntar contra los inmigrantes ilegales que buscan ingresar al país y reiteró la necesidad de construir un muro fronterizo con México. 

"Mis queridos estadounidenses, esta noche les estoy hablando a ustedes porque hay una creciente crisis humanitaria y de seguridad en nuestra frontera sur". Con esas palabras dio inició a su oratoria el mandatario republicano. 

Lo cierto es que la disputa sobre los más de US$5.700 millones que busca el presidente de EEUU para construir la barrera ha decantado en un cierre parcial del gobierno, el cual acumula al momento 19 días sin actividades. 

Pero ante el férreo reclamo desde el Partido Republicano, existe igual resistencia desde el bando demócrata (quienes representan la nueva mayoría de la Cámara de Representantes desde este mes), oponiéndose a destinar recursos públicos para una idea que consideran poco efectiva contra la inmigración indocumentada.

En el discurso emitido desde la Oficina Oval, el mandatario afirmó que todos los habitantes norteamericanos están siendo heridos por la inmigración ilegal descontrolada.

La cadena nacional, en adición al comunicado de que el presidente viajará a la frontera el próximo día jueves, se inserta como un intento de presión a un partido donde la líder demócrata, Nancy Pelosi, calificó al muro en cuestión como inmoral.

En último término, el Jefe de Estado apuntó contra las responsabilidades inherentes al cierre del Congreso: "Hay una sola razón para el cierre del gobierno: los demócratas. La única solución es que los demócratas aprueben la ley. Eso lleva una reunión de 45 minutos. Juré proteger nuestro país y eso es lo que siempre haré", cerró Trump.