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Actualidad #Miracomonosponemos

Que florezcan mil flores: ante la violencia machista autocuidado feminista

Fueron y serán días movilizantes para todos y todas, abrimos puertas que parecían tapiadas y de eso no se vuelve atrás. 

Que florezcan mil flores: ante la violencia machista autocuidado feminista

A partir de la conferencia de prensa de Actrices Argentinas llovieron las denuncias, los llamados al 0800-222-1717 contra el abuso sexual infantil aumentaron en un 1.240% y las redes se inundaron de relatos contando sobre experiencias de abuso en primera persona.

Le pusimos cara e historia a esa estadística de UNICEF que dice que 1 de cada 5 mujeres sufrió abuso sexual en la infancia. Le pusimos cara e historia a que cada 2 horas se produzca un acto de violencia sexual en nuestro país.

Corrimos el velo de hollywood que nos caracteriza a los violadores como personajes trastornados esperándonos en un callejón para entender que lo más probable es que estuviera en la mismo hogar. Lo más probable es que fuera el tío, el padre, el primo, el amigo de. En las denuncias aparecieron abusos en el marco del noviazgo, de la amistad, del ambiente laboral. El rasgo más común es que fuera alguien de confianza, del entorno. 

Mira como me ponés

Ese es el primer paso: los violadores no son enfermos, son hijos sanos de este sistema ¿Por qué decimos esto? Por que así se nos cría. Se cría a los varones para que crean que nuestro no en realidad es sí, porque no queremos parecer fáciles. Que si tenemos pollera es porque queremos. Que sí estamos en pareja tenemos que estar siempre dispuestas. Se los cría como si el generar un impulso fuera razón suficiente para actuar bajo el propio deseo: Mira como me pones.

Esta frase, usada por Darthes para legitimar su violencia sexual, es usada también por golpeadores, por acosadores y por una amplia gama de hombres que no están dispuestos a hacerse cargo de sus acciones. No es su culpa, la culpa es siempre nuestra por incitarlos. Por generar ese instinto. Por hacerlos perder el control.

¿Y a nosotras cómo nos crían? Nos crian desde la vergüenza, nos crían para ser deseadas pero no para ser deseantes. Tenemos que estar siempre dispuestas pero en un juego donde el equilibrio no existe porque no podes estar dispuesta con todos. Se nos enseña que en realidad no sabemos lo que queremos, para tener dirección necesitamos al varón.

Como la culpa es siempre nuestra si sufrimos violencia es mejor callarlo, algo habremos hecho para que pase o algo no hicimos para evitarlo. Se nos enseña que si sufrimos violencia entonces estamos dañadas, rotas, hemos fallado. Nadie quiere esa marca. 

Mira como nos ponemos

A todo esto dijimos BASTA. No lo dijimos el miércoles sino que la lucha comienza mucho antes. Somos el país que hizo 33 encuentros nacionales de mujeres, lesbianas, travestis y trans. Somos el país del Ni Una Menos y venimos dando batalla. Pero la batalla no se restringe al plano de las leyes y las políticas públicas para construir una sociedad realmente igualitaria sino que a su vez aprendimos a sanar colectivamente las heridas que el patriarcado dejó en nuestros cuerpos. 

Esta nueva ola de denuncias permitió que muchísimas mujeres, de todas las edades, compartieran sus historias personales. Algunas recientes y otras de hace largo tiempo. Abrimos la puerta del #YoTeCreoHermana y generamos una red de contención suficiente para que miles de relatos salieran a la luz. A todas nos interpelo, nos trajo recuerdos y en los relatos de las demás encontramos muchos aspectos en común. 

Mira como nos organizamos

Verbalizar es importante, es necesario, para entender que esas situaciones que vivimos no sólo son cotidianas en nuestro país y en el mundo sino que tampoco nos hacen menos. Ni las violaciones ni la violencia nos rompen ni nos arruinan. Es lo que nos tocó vivir y si estamos acá hermanándonos en nuestras historias es porque tuvimos la fortaleza necesaria para sobrevivir. Aceptar la vulnerabilidad nos hace más fuertes. 

Es importante entender la profundidad de lo que estamos tratando, es importante entender que abrimos una puerta que no vamos a volver a cerrar. Necesitamos repensar como nos organizamos, como nos criamos y qué queremos construir a futuro. 

La falta de educación sexual en las escuelas es una gran responsable de que el consentimiento sea un concepto extraño para muchos. La falta de tener un espacio social para tratar nuestra sexualidad deja el camino abierto para aprender con lo que tenemos a mano y lo que tenemos a mano es porno tradicional, de ese misógino y machista donde todo gira en torno al placer masculino. No tener un lugar para hablar de nuestra sexualidad deja a las niñas y niños abusados en el silencio de sus hogares. 

Todo esto tenemos que tirar, porque lo estamos haciendo temblar pero creo que esta claro que sólo no se cae: 

  • A vos mujer, te invito a repensar cada incomodidad. Cada vez que sentiste ese algo en el cuerpo, esa duda, esa vez que creíste que habías hecho todo mal, que perdiste el control. Te invito a compartirlo. No es necesario que sea para todo publico, podes hablar con tu amiga, te recomiendo la del pañuelo verde, la que conoce la sororidad y con mates de por medio libera la culpa, libera el pasado y sumate a la lucha. Acércate a ese grupo feminista de tu barrio, buscalo en las redes, te juro que estamos en todos lados. Organicemonos para que nadie mas viva lo que vivimos nosotras.
  • A vos varon, hacete cargo. Hacete cargo de lo que hiciste y lo que dejaste hacer, de cada vez que miraste hacia el costado, de cada vez que compartiste, de que te reiste, de que no te pareció tan grave. Hacete cargo de todas las veces en que no pensaste en si ella estaba cómoda, en si ella la estaba pasando bien porque estabas muy ocupado pensando en vos mismo. Hacete cargo de todas las veces que te enojaste porque ella no tuvo la respuesta que vos querías. Hacete cargo y pensá como vas a actuar de acá adelante. No te olvides, los cómplices también son responsables.
  • A vos funcionario político, compartir un cartel o una frase en apoyo no alcanza. Los espacios de contención no dan abasto y en muchos lugares no existen. Si el compromiso no se traduce en una partida presupuestaria entonces es sólo discursivo y estamos hartas de los discursos vacíos. 

¿Dónde denunciar?

Si bien la comisaría siempre es la primera opción para denunciar este tipo de delitos, nunca es la mejor ya que la mayoría de las veces quien atiende no tiene una bajada de línea respecto a la violencia de género y la atención suele ser cruda cuando la víctima, en realidad, necesita contención y protección. 

En esta lista damos algunas recomendaciones para quien desea y necesita denunciar un caso de violencia de género, acoso o abuso sexual: 

  • Dentro de la Ciudad de Buenos Aires, la mejor opción podría ser la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) en aquellos casos en donde hay vínculo familiar. La oficina atiende en forma personalizada todos los días del año durante las 24 horas en Lavalle 1250 PB. El teléfono es 4123 - 4510 al 4514. 
  • Si el abuso sucedió fuera del círculo familiar, ir al Ministerio Público Fiscal es otra de las opciones. Hay dos oficinas que recomendamos:

- Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas (DOVIC) Dirección: Tte. Gral. Juan Domingo Perón 671, ciudad de Buenos Aires (sede central y atención al público). Teléfono: (54-11) 6089-9114 / 9135 

- Unidad Fiscal para la Investigación de Delitos contra la Integridad Sexual de Niñas y Niños. Dirección: Lavalle 662, piso 10, Of. 401. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Teléfono: (011) 4326-5277 / 5278. 

  • Si lo que necesita la víctima es una atención más psicológica que jurídica: La casa del encuentro también es un lugar que tiene la finalidad de contener a través de la atención con psicólogas, abogadas y trabajadoras sociales. La dirección es Yatay 125. Atienden de 15:30 a 19 de lunes a viernes y para conseguir turno hay que llamar al 4982-2550.
  • Si no sos de CABA conviene llamar a la línea 144 y que te indiquen el mejor lugar para ir según donde sea tu domicilio. La línea también atiende los 365 días del año las 24 horas. 
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