El asesinato se produjo el pasado sábado, cuando Benjamín Iñigo recibió un disparo en la puerta de su casa de la localidad bonaerense de Rafael Castillo, en La Matanza, que terminó siendo letal a pesar del trabajo de la familia por acercar al menor a la Clínica Figueroa Paredes, donde perdió la vida.

Iniciada la investigación, la Policía detuvo a cuatro personas, entre las que aparecen dos adolescentes de 16 y 17 años, entre los que se cree que se encuentra el autor del crimen del pequeño de tres años. Además de ellos, fueron apresados un joven de 19 años, a quien se le secuestró una pistola de calibre 9 milímetros, y otro de 25.

En otro de los domicilios allanados, por su parte, se secuestraron proyectiles de calibre 22, el mismo que poseía las vainas servidas encontradas en el lugar del ataque, aunque aún resta saber que tipo de bala fue la que causó la muerte de Benjamín. 

La principal hipótesis es que el cruento ataque se produjo en el marco de una venganza, ya que un tío del menor contó que había mantenido un altercado con un grupo de jóvenes, los cuales prometieron que el incidente no iba a quedar ahí. Tras eso, se presentaron frente a la casa del menor y abrieron fuego.

Mientras el chico recibió un disparo en el pecho, una abuela fue herida en la pierna, tras lo cual ambos fueron trasladados a la mencionada Clínica Figueroa Paredes, de la localidad de Isidro Casanova, donde se produjo su muerte pocas horas más tarde.