Fuerzas rusas lanzaron múltiples ataques aéreos contra un centro de entrenamiento militar en Lviv, al oeste de Ucrania, y según aseguró el gobernador de la región, Maxim Kozitsky, al menos 35 personas murieron y 134 resultaron heridas.

En el decimoctavo día de invasión, el bombardeo llegó a la zona -hasta ahora- menos afectada por el conflicto. Esto ocurrió un día después de que Rusia advirtiera que iba a considerar "blanco legítimo" cualquier cargamento de armas extranjeras destinado al Ejército ucraniano.

Al parecer, Estados Unidos y la OTAN enviaron regularmente instructores al centro de entrenamiento atacado, también conocido como Centro internacional para el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad, para adiestrar a militares ucranianos.

Kozitsky dijo que las tropas rusas lanzaron más de 30 misiles de crucero contra la base de Yavoriv, ubicada unos 30 kilómetros al noroeste de la ciudad de Lviv y a 35 del límite con Polonia.

Lviv se había convertido en la ciudad a la que muchos ucranianos habían llegado desde que comenzó la invasión, el pasado 24 de febrero. Además, por su corta distancia con Polonia, la zona también se estableció como un centro de tránsito para quienes salen de Ucrania, mientras que varias embajadas extranjeras mudaron allí.

Por otro lado, el alcalde de Ivano-Frankvisk, una ciudad ubicada también en el oeste de Ucrania, indicó que el aeropuerto de la ciudad fue blanco de un ataque. "Según la información preliminar, las explosiones de esta mañana fueron de un ataque al aeropuerto", indicó el alcalde Ruslan Martsinkiv a través de redes sociales.