La Semana Mundial de la Lactancia Materna se celebra en más de 120 países, con el objetivo de fomentar y apoyar la lactancia materna. Dicho evento está organizado por WABA (Alianza mundial pro Lactancia Materna) junto a la Organización Mundial de la Salud y UNICEF.

Este año el lema de la campaña es “Proteger la Lactancia Materna: Un compromiso de todos/as” y está centrado en la importancia de evitar la discriminación de las madres lactantes en los diferentes ámbitos, generar politicas publicas y apoyo del entorno social.

Este año los objetivos principales son: 

• Informar a las personas sobre la importancia de proteger la lactancia materna.
• Anclar la lactancia materna como una responsabilidad vital de salud pública.
• Interactuar con personas y organizaciones para lograr un mayor impacto.
• Animar a la acción sobre la protección de la lactancia materna para mejorar la salud pública.

Luego de un 2020 atravesado por una pandemia, se plantean desafíos complejos a nivel mundial. Sabemos que la lactancia materna es fundamental para establecer bases sólidas de salud a corto y largo plazo, pero también a nivel social y socioafectivo. 

Proteger, apoyar y promover la lactancia materna es responsabilidad de los gobiernos, generando políticas que garanticen entornos amigables con quienes amamantan, invertir en actualizaciones del personal de salud y en la aplicación  del Código de Sucedáneos, entre otros.

Hablar de responsabilidades compartidas de todos y todas es saber que no alcanza con el deseo de las madres  o padres lactantes, y requiere que nos informemos, anclemos, involucremos y animemos acciones colectivas.

Asegurar prácticas de cuidado para la diada que resguarden la lactancia es fundamental en épocas de pandemia. Se ha visto el impacto que generó la separación de manera innecesaria por Covid-19, poniendo en peligro la continuidad de la lactancia.

Así mismo quedaron demostradas las falencias que tienen los sistemas laborales, las licencias por mapaternidad y lo complejo que resulta el empalmar la lactancia, la crianza y el trabajo remunerado. Se precisan políticas que reconozcan a las madres y padres trabajadores, implementando licencias pagas y permisos acordes a la necesidad. Así como también, la disposición de lactarios en los lugares de trabajo.

Las tasas mundiales de amamantamiento son muy bajas. Los recién nacidos que inician la lactancia en la primera hora de vida no superan el 43%, y solo el 41% de los lactantes son amamantados exclusivamente. Solo el 70% continúa siendo amamantado al año, disminuyendo un 45% a los 2 años de edad. 

Sol Argüelles, Puericultora, nos explica: "Es indispensable que exista la SMLM para reforzar la promoción, apoyo y el reconocimiento de la lactancia materna. Necesitamos compromiso por parte de los gobiernos para la gestión y aplicación de políticas amigables con las lactancias".

Además agregó: "Esta semana y después de más de un año de pandemia, no se puede seguir desestimando la LM. Sabemos los beneficios que tiene para la salud de la díada, a corto y largo plazo. Evitar separaciones innecesarias es fundamental para el comienzo de la lactancia y su continuidad en el tiempo".

Y completó: "La lactancia exitosa no existe, es subjetivo al deseo de cada madre. Hoy en día, los y las profesionales de salud tenemos que saber escuchar el deseo de cada une y acompañarlo de la forma más respetuosa posible. Siempre es primordial la información basada en la evidencia, el apoyo a las decisiones y el respeto", finalizó.