Cada día que pasa, Silvino Báez y Graciela Sosa extrañan más a su hijo. La madrugada del sábado 18 de enero, Fernando Báez Sosa fue asesinado a golpes por un grupo de rugbiers en la puerta del boliche "Le Brique", en Villa Gesell.

El conflicto comenzó cuando el joven les derramó sin intención un trago. Iniciaron las miradas, y los roces. La situación simplemente era una excusa para pelear, y ellos encontraron a su víctima a quienes atacaron al grito de: "Negro de mierda".

A dos semanas de su asesinato, la familia Báez Sosa es representada por el abogado Fernando Burlando. El letrado asegura que pronto terminará el pacto de silencio entre los deportistas quienes se encuentran detenidos en el penal de Dolores.

En diálogo con el canal C5N y el programa Crónicas de la tarde, Silvino dijo que el abogado le adelantó que la causa prodría resolverse esta semana. Mientras tanto, el dolor es inevitable para estos padres.

"Nos cuesta mucho, es difícil, vemos sus cosas, su cama, su ropa... Nos duele. Me gustaría despertar de esta pesadilla. Cada día que pasa es más jodido", expresó Silvino.

El padre de la víctima aseguró que ninguna familia de los rugbiers los llamó ni les brindó palabras de acercamiento. "Para ellos está la Justicia y el señor Burlando, él se encarga de eso. Nosotros tratamos de esto lo más pronto posible pero es muy difícil", sostuvo.

"No quiero ser grosero, trato de estar en mis cabales pero quiero que se pongan en mi lugar, ¿les gustaría ver cómo les revientan la cabeza a sus hijos?", manifestó y los definió como "son crueles y asesinos".

"Porque mi hijo era morocho no se merecía que lo mataran con tanta crueldad ¿qué les hizo?", concluyó, esperanzado de que se haga Justicia.