Ir al contenido
Logo
Actualidad

Suecia desechó cientos de vacunas de AstraZeneca contra el coronavirus

Es porque las personas citadas anularon el turno o rechazaron inocularse con la vacuna desarrollada por la farmacéutica en conjunto con la Universidad de Oxford.

Suecia desechó cientos de vacunas de AstraZeneca contra el coronavirus

En un mundo en el que varios países sufren la escasez de vacunas contra el coronavirus, Suecia reconoció haber desechado cientos de dosis de AstraZeneca contra la enfermedad. ¿Por qué? Las autoridades sanitarias informaron que las personas citadas anularon el turno o simplemente rechazaron la inoculación tras saber que iban a recibir el fármaco desarrollado en conjunto con la Universidad de Oxford.

"En mi departamento preparamos la vacunación para 150 pacientes con diabetes de más de 65 años. Hasta 20 cancelaron la cita y siete se marcharon. Uno dijo: 'No quiero morir' y se marchó de inmediato", relató la doctora Maria Taranger en declaraciones al Göteborgs Posten.

No obstante, las autoridades aclararon que la cifra de personas que rechazan la vacuna es relativamente baja, pero eso no quita que haya personas que aún tienen dudas sobre la seguridad de las vacunas.

Cabe recordar que las dosis deben ser utilizadas en cuestión de horas desde que son retiradas de la refrigeración. Sin embargo, ante la negativa de los pacientes, y sin nadie que pueda aprovechar el medicamento, el fármaco debe ser desechado.

La vacuna de AstraZeneca

Suecia recomienda AstraZeneca sólo a personas mayores de 65 años después de detectarse varios casos de trombos en mujeres de menos de 60 años, lo que propició un parón en la administración de la vacuna en este y otros países. Suecia está por debajo de la media de la UE de porcentaje de población vacunada.

La Agencia Europea de Medicamentos sostuvo que la aparición de trombos sanguíneos debe ser considerado como un efecto secundario "muy raro" e insistió en que los beneficios de la vacuna son superiores a los riesgos.

Las autoridades locales se manifestaron en esa misma línea, pero el personal sanitario cuenta que tiene que pasar "horas" dando explicaciones a la población, que, en muchos casos, se muestra reticente a recibir esta vacuna.

La directora de otro centro de salud de la capital sueca relató el caso de una mujer que sufrió un ataque de pánico al saber que la iban a inocular con AstraZeneca, pero tras superarlo decidió ponérsela porque el peligro que supone el virus es mayor que el de los posibles efectos secundarios y dio las gracias al personal.