Fernán López Abad es un joven de 20 años que desde su primer día de vida fue perjudicado por el Estado nacional, en el sentido literal de la frase. Es que cuando estaba por tenerlo, su mamá se internó en el Hospital Español y como al momento de practicarle la cesárea no había un anestesista de guardia, Fernán sufrió falta de oxigeno y nació con un daño neurológico que le ocasiona su severa discapacidad motora.

A partir de allí comenzó un largo periplo que todavía continúa, y cuyo único objetivo es que se le reconozca la mala praxis del Hospital, pueda cobrar la indemnización que le corresponde y le brinden las prestaciones necesarias para llevar adelante su tratamiento. 

Tras la quiebra del Hospital Español y el posterior gerenciamiento del PAMI, dejó a todos los socios de la obra social en la calle. Entre ellos está Fernán, que actualmente no puede pagar el tratamiento de rehabilitación, kinesiología, terapia ocupacional, psicopedagoga, entre otras prestaciones. 

En diálogo con FILO, su mamá Paula explicó que "de un día para otro nos dijeron que el hospital había quebrado y cancelaban las prestaciones". A más de 10 meses de esa situación y mientras esperan que la Justicia resuelva la situación, contó que deben pedir plata prestada o quedar debiendo a los profesionales que atienden al joven. 

No obstante, Paula detalló que "el PAMI gerencia y maneja el hospital, usufructua los edificios" y echó muchos empleados tanto médicos como administrativos con el objetivo de 'vaciarlo para realizar una mejor venta de la explotación comercial'. 

¿Qué dice el gobierno? 

Fernán asistió en mayo de 2017 al lanzamiento del Plan Nacional de Discapacidad, a cargo de Macri y Gabriela Michetti, la vicepresidenta de la Nación. Desde 2014 el PAMI intervenía el Hospital pero recién en diciembre del año anterior dejó de pagar las prestaciones.

En ese contexto el joven envió una carta a presidencia para reunirse con Macri, pero lo que recibieron fue una derivación a la agencia nacional de discapacidad. "Nos llamaron y nos dijeron que enviarían un mail. Eso nunca llego, la agencia nacional de discapacidad no existe", dijo Paula a FILO.

La lucha en la Justicia

A pesar de que los jueces de Cámara le habían dado la razón y habían ordenado que Fernán cobre su indemnización, la entrada en concurso del nosocomio impidió que la sentencia se cumpla.

El PAMI intenta no afiliar a Fernán e insiste para que Paula sume a su hijo a su propia obra social, que obtiene como parte de su trabajo en el ministerio de Salud, pero que a raíz de la situación personal a la que está expuesta por el conflicto de su hijo se tomó licencia.

"Tengo un contrato que no sé si en diciembre me lo van a renovar. Tendría que pelear todas las prestaciones y si me quedo sin trabajo se queda sin obra social", dijo la madre. 

La rutina de Fernán 

Está acompañado las 24 horas por una asistente debido a su discapacidad motora y una cirugía de columna con dos barras que van desde el sacro hasta el cuello. "Es tener asistente 24 horas y hacer una vida normal con las limitaciones del caso o estar internado", dijo Paula a FILO. 

Con todas esas desventajas, Fernán se las ingenia para trabajar y estuvo mucho tiempo arreglando computadoras y celulares con personas que lo ayudaban. Según cuenta su madre, la situación que le está costando vivir lo sumerge en una depresión, ya que le recuerda constantemente su discapacidad.