Durante el día de ayer, miles de manifestantes chilenos se reunieron en la Plaza Italia de Santiago de Chile para conmemorar el primer año desde el inicio del estallido social en 2019.

Por otro lado, la convocatoria también tenía como objetivo demostrar presencia a una semana del plebiscito nacional, en el que se votará por la reforma o no de la Constitución chilena.

Sin embargo, lo que iba a ser una marcha pacífica, terminó en disturbios entre los efectivos policiales y los concurrentes. Al terminar el día, varias imagenes se difundieron mostrando los resultados (entre ellas, una Iglesia quemándose) y casi 600 personas fueron detenidas.

Precisamente, fueron 580 los manifestantes detenidos en la movilización y, si bien es un número alto, no tiene parangón con el total de personas que asistieron a la convocatorias, que fueron alrededor de 30 mil.

Además de dos iglesias destrozadas por los incendios, también hubo saqueos y ataques a comercios y cuarteles policiales.

Sobre esto, el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, declaró tajante: "En esos hechos no hay manifestación alguna; no hay demanda alguna que sea aceptable".