El día de ayer, un vuelo que de Aerolíneas Argentinas que partió desde Buenos Aires rumbo a Esquel tuvo que aterrizar de emergencia en el Aeropuerto de Ezeiza minutos después de despegar de Aeroparque debido a la explosión de un celular en pleno vuelo que generó fuego y humo.

De acuerdo a lo reconstruido, apenas la aeronave partió desde Aeroparque, la batería del dispositivo no soportó la presión y estalló, obligando a los pilotos a aterrizar de emergencia en Ezeiza.

La situación empezó a empeorar con el tiempo: el aparato humeaba y hasta tenía llamas que salían de él. Según informaron, el pasajero dueño del celular no quería ocasionar algún accidente dentro del avión, por lo que comenzó a sostener el móvil con sus manos hasta que pudiesen apagar la llamarada. Debido a ello, el hombre hombre sufrió fuertes quemaduras.

Una vez se hizo público el incidente en el aéreo, probaron todos los métodos para sofocar el fuego: primero agarraron un matafuegos que había en la cabina. Si bien se pudo apagar por un instante, enseguida volvieron a resurgir las llamas. Lo que finalmente terminó por extinguirlo fue colocar el celular en un balde con agua y hielo. Sin embargo, para este momento, el protocolo de seguridad de la aeronave se había activado.

El piloto, tan pronto como vio fuego en la cabina, dio una vuelta y se dirigió a Ezeiza, el aeropuerto que más cerca le quedaba. Allí, y una vez que aterrizaron, el hombre recibió atención médica por las quemaduras en sus manos. Tras un par de horas en espera, todos volvieron a abordar el avión para dirigirse al destino final, Esquel.