En las situaciones en las que los policías se sienten amenazados, en los últimos meses se pudo ver que los uniformados resuelven el conflicto con más violencia: así lo demostró el caso Chocobar o, más recientemente, el del pequeño Facundo Burgos.
En esta ocasión, un policía bonaerense mató de dos balazos a un presunto delincuente de 17 años cuando trató de evitar el robo de motocicleta en la localidad de Villa Caraza.
El hecho ocurrió cuando un oficial mayor de la comisaría 7ma. de Lanús fue interceptado por cuatro delincuentes que bajaron armados de un Chevrolet Aveo en el cruce de las calles Llavallol y Catamarca, en la citada localidad del sur del conurbano bonaerense.
Fue entonces que el efectivo, que se encontraba de franco y vestía de civil, extrajo su arma reglamentaria y se identificó como policía, tras los cual fue golpeado con la culata de un arma por uno de los ladrones.
El policía fue interceptado en las calles Llavallol y Catamarca
Fuentes policiales informaron a Télam que el policía, ante esta situación, realizó dos disparos que dieron en la zona abdominal derecha de un joven que cayó muerto en el lugar.
En tanto, los restantes tres ladrones escaparon en el auto que había sido robado en la zona de Lanús antes del asalto al policía y que horas después apareció abandonado en las calles Milán e Itatí, en la localidad bonaerense de Villa Fiorito.
Interviene en la causa el fiscal Gastón Nahuel Fernández, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 Descentralizada de Lanús, perteneciente al Departamento Judicial Lomas de Zamora, quien dispuso que el oficial permaneciera en libertad por considerar que actuó en legítima defensa.