Donald J. Trump pagó US$750 en impuestos federales sobre la renta el año en que ganó la presidencia. En su primer año en la Casa Blanca, pagó otros US$750. Así comienza la nota publicada por el New York Times en la que se afirma que el aspirante a la reelección no pagó este tipo de tributo en 10 de los últimos 15 años, principalmente porque su emporio empresarial declaró pérdidas mayores que sus ingresos.

De esta manera, a un día del primer debate presidencial y poco más de un mes de cara a las elecciones del martes 3 de noviembre uno de los mayores secretos de la política estadounidense finalmente ha sido revelada.

De momento, Alan Garten, abogado de la Organización Trump, el conglomerado empresarial del neoyorquino, declaró: “La mayoría, si no todos los hechos parecen imprecisos”. 

“Durante la pasada década, el presidente Trump ha pagado decenas de millones de dólares en impuestos personales desde que anunció su candidatura en 2015”, precisó el letrado, en tanto el Presidente no se ha pronunciado aún. 

Los periodistas del diario Russ Buettner, Mike McIntire y Susanne Craig tuvieron acceso a "datos de declaraciones de impuestos que se extienden a lo largo de más de dos décadas" relacionados con Trump, en tanto no están publicando los documentos por sí mismos, para no poner en riesgo las fuentes. 

En concreto, la investigación afirma los siguientes datos sobre el mandatario: 

• No pagó impuestos sobre la renta entre 2011 y 2014
• Pagó US$750 en 2016 y 2017. 
• Tiene una deuda de US$421 millones 
• Si la auditoría con el Servicio de Impuestos Internos resulta negativa, se sumarían otros US$100 millones de deuda

La investigación plantea entonces que el actual mandatario frecuentemente no pagaba los impuestos sobre la renta, en tanto sus negocios perdían regularmente grandes sumas de dinero y su conglomerado empresarial debía solicitar préstamos al respecto.

Vale recordar que cuando Trump se postuló para la nominación presidencial republicana en 2016 recibió una enorme cantidad de críticas por no publicar sus declaraciones de impuestos, como sí lo habían hecho los candidatos presidenciales anteriores. 

Si bien inicialmente había prometido que los liberaría continuó argumentando que no podía entregar las declaraciones porque se encontraba bajo auditoría, durante el debate presidencial con Hillary Clinton se consideró “inteligente” por no informar de esta situación. 

“Voy a entregar mi declaración de impuestos, a contramano de los deseos de mis abogados, cuando ella (Hillary Clinton) entregue los 33.000 correos electrónicos que han sido borrados”, argumentó cuatro años atrás. 

Este martes 29 de septiembre será el primero de los tres debates presidenciales a desarrollarse. Los temas que eligió el moderador Chris Wallace fueron: Coronavirus; Corte Suprema de Justicia, Economía, racismo y violencia en las ciudades; los registros de Trump y Biden e  integridad electoral.