En medio de una crisis institucional sin precentes, con dos presidentes que se consideran igual de legítimos y la comunidad internacional con apoyos hacia uno u otro, los venezolanos volvieron a marchar convocados por Juan Guaidó. 

Con el mismo tinte que las de la semana pasada, donde el joven dirigente opositor al chavismo se auto proclamó presidente, la mayoría de los estados del país caribeño se vieron colmados de gente que pedía por elecciones libres, un gobierno de transición y el fin de la "usurpación de Maduro".

"Con cada manifestación ciudadana nos acercamos a nuestra merecida libertad y la urgente ayuda humanitaria", escribió Guaidó en su cuenta de Twitter. 

Esta tarde, el presidente de la Asamblea Nacional venezolana recibió una llamada del mandatario estadounidense, Donald Trump, quien le ratificó todo su apoyo. 

El objetivo opositor es lograr que los militares retiren su apoyo a Maduro y, con ese panorama adverso, termine por renunciar. La fuerza castrense es la única que responde al actual presidente. 

Los chavistas, no obstante, también alzaron su voz y principalmente en el Estado de Falcón, pero también en Bolívar, se movilizaron contra "el golpe de Estado" que consideran está en marcha por el trío Guaidó-EEUU-Colombia.

El presidente de la Asamblea Constituyente, Diosdado Cabello, convocó a una nueva manifestación oficialista el sábado, cuando los opositores también volverán a las calles. 

Una salida dialogada

México y Uruguay, unos de los pocos países que se mostraron neutrales en el conflicto, llamaron a un diálogo con ambas partes para encontrar una salida diplomática al conflicto.

Invitaron a representantes de ambos sectores a una conferencia el 7 de febrero en Montevideo.