Todavía intentan determinar qué fue lo que causó la caída del helicóptero Robinson 44 en la localidad mendocina de Tupungato, ayer al mediodía. El experimentado piloto de la nave, Walter Quiroga, aseguró que no tuvo fallas mecánicas.

El helicóptero al mando de Quiroga había levantado vuelo ayer a la mañana desde el Aeroclub La Puntilla con dos turistas estadounidenses y viajaba rumbo al Valle de Uco. Pero a la altura de Tupungato debió hacer un aterrizaje forzoso, tras perder contacto con la base.

"Era un lugar de mucha altura, unos 2400 metros sobre el nivel del mar, pero justo en ese momento se cortó el viento", explicó el piloto.Y siguió: "al cambiar la ráfaga perdimos altura, pero afortunamdamente estábamos a 10 metros del suelo. Nunca había tenido un accidente así", aseguró.

En declaraciones a la prensa, el piloto insistió con que "no se detuvo el motor, no falló. Al no haber viento fue muy limitada la potencia y en esa posición del aterrizaje ya no podés darle más potencia".

"Salimos caminando. Hubo una mano que nos ayudó", comentó Quiroga.