Es sábado a la tarde y la familia Sánchez se encuentra en su hogar. A pocos metros, está el campo. Todo transcurre como un sábado cualquiera, hasta que un fuerte estruendo sorprende a la familia.

Al principio, los Sánchez piensan que se trata de un rayo, pero poco después se encuentran con una imagen que por estas horas recorre todo el país: un enorme agujero había aparecido en medio de la vasta extensión de tierra cercana a su vivienda.

En menos de tres días, el gigantesco socavón pasó de 30 a 80 metros de diámetro y se llenó de agua, y los Sánchez ahora están preocupados porque el hundimiento, que avanza a un ritmo vertiginoso, se está acercando a su domicilio, donde viven desde hace siete años.

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"Nos tocó esto, nos quedamos en la calle. No tenemos nada. Nosotros no somos de acá, tampoco tenemos familiares, estamos solos", dijeron.

Científicos y autoridades intentan determinar el origen del gigantesco agujero, entre hipótesis sobre una falla geológica o variaciones hídricas del suelo.

"Estuvimos viendo desprendimiento mediante el sobrevuelo de drones, es un fenómeno de la naturaleza, seguramente se seguirán dando desprendimientos", dijo este martes a la prensa la secretaria de Gobernación de Puebla, Ana Lucía Gil.

A medida que el socavón crece, grandes fragmentos de tierra del borde se desprenden de manera continua, lo que ahuyenta a los curiosos que se aproximan al cordón de seguridad que fue establecido en el lugar.

"Crecerá hasta que la naturaleza lo defina, cuando el agua deje de ejercer presión", señaló por su parte el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa. "Lo importante ahora es la seguridad de las personas", agregó el funcionario, indicando que las autoridades indemnizará a los afectados.