Muchos adultos comprendieron en Estados Unidos que es más seguro que los niños viajen en el asiento trasero correctamente sujetos con el sistema de retención correspondiente.

Pero cuando se trata de su propia seguridad, existe una percepción errónea de que abrocharse el cinturón es opcional.

En una encuesta del Insurance Institute for Highway Safety (IIHS), de los EE.UU., 4 de cada 5 de los 1.172 adultos consultados admiten que no siempre usan cinturones de seguridad en el asiento trasero, en los viajes cortos o en viajes en taxi o servicio de transporte público.

La situación en Argentina no es muy diferente. En la Ciudad de Buenos Aires, estudios realizados en los últimos años por Luchemos por la Vida, revelan que se registra un descenso general del uso del 29% promedio, respecto de las mediciones realizadas desde el año 2004.

En otras ciudades del país la situación es aún mucho peor. Pese a ser obligatorio por ley, algunas personas todavía se resisten a colocárselo, porque no está totalmente convencida de los efectos protectores de los cinturones de seguridad.

El cinturón de seguridad correctamente colocado es el mejor salvavidas en caso de siniestro. Lamentablemente, la falta de uso del cinturón de seguridad suele ser la causa los desenlaces fatales.

Los países con más experiencia y más avanzados en seguridad vial ya lograron que todos usen el cinturón de seguridad en los vehículos. En nuestro país, se podrían salvar nada menos que 1.000 vidas cada año, si se logra que todos usen siempre el cinturón de seguridad, según indicó Luchemos por la Vida.