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Ciencia

¿Ansiedad por año nuevo? Esto es lo que está pasando en tu cerebro

Una noche de excesos altera la neuroquímica y nos deja a algunos de nosotros propensos a despertar con ansiedad.

¿Ansiedad por año nuevo? Esto es lo que está pasando en tu cerebro

¿Alguna vez te despertaste por la mañana (o por la tarde) en una nube de preocupación después de unas copas de más la noche anterior? Pasadas las fiestas de fin de año —la excusa perfecta para tomar como si la cuenta regresiva no fuera por un año entrante sino por tu último día para poder consumir alcohol—, es bastante común sentirse de esta manera. 

Una neurocientífica que investiga cómo los alimentos y las bebidas afectan la función cerebral, explica cómo beber alcohol puede desencadenar ansiedad al día siguiente.

Las bebidas alcohólicas interrumpen el delicado equilibrio de los químicos en el cerebro provocando efectos bastante agradables en el momento, pero no tan divertidos al día siguiente. 

Los efectos placenteros se explican por la liberación de endorfinas —neurotransmisores que suelen actuar en situaciones de dolor y estrés creando una sensación de bienestar y calma— y de dopamina —consecuencia de activar el sistema de recompensa del cerebro—.

Tiene sentido entonces que, después de que una copa de vino (o algún otro líquido con etanol) nos haga sentir bien, vayamos por más.

Pero no todo es un cuento de hadas y eventualmente terminamos siendo protagonistas de efectos menos interesantes: el alcohol disminuye la actividad en la corteza prefrontal y el lóbulo temporal; claves para la toma de decisiones, el autocontrol y la memoria (lo cuál explicaría porque tuviste la pésima idea de escribirle a tu ex y no recordar nada hasta que un testigo te haya puesto al tanto).

Ansiedad, inquietud y estrés

Ya sabémos por qué se nos "calienta el pico", pero ¿qué pasa a continuación? El alcohol, por un lado, aumenta la actividad del ácido gamma-aminobutírico (GABA); haciéndonos sentir menos estresados y más sociables.

Por otro, después de varias bebidas, bloquea el sistema glutamatérgico, disminuyendo así el glutamato (principal neurotransmisor excitador del sistema nervioso central que juega un papel importante en la formación de recuerdos y emociones).

Esta combinación altera el equilibrio entre el GABA y glutamato y cuando el cerebro detecta altos niveles de GABA y bajos niveles de glutamato, busca contrarrestar ese desbalance¿El resultado? Sentimientos de ansiedad, inquietud y estrés.

Finalmente, la amnesia inducida por el alcohol —o cuando se te apaga el televisor por un rato— causada por un rápido aumento en los niveles de alcohol en la sangre (y que nos dificulta la consolidación y recuperación de recuerdos) genera confusión e incertidumbre al día siguiente. Estos recuerdos borrosos de la noche anterior pueden causar gran ansiedad.

¿Se puede evitar esta ansiedad? La única garantía es no tomar alcohol. Podés, sin embargo, reducir los efectos adversos bebiendo menos y espaciando con vasos de agua para evitar un rápido aumento de alcohol en sangre que perjudique tu memoria y mantenerte hidratado para disminuir el dolor de cabeza al día siguiente.

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