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Ciencia

Próximo objetivo: un agujero negro en nuestra propia galaxia

Luego del logro que se dio a conocer ayer, el Event Horizon Telescope se propone ofrecer, en no demasiado tiempo, una imagen de Sagitarius A*, un agujero negro que está en la Vía Láctea. 

Próximo objetivo: un agujero negro en nuestra propia galaxia

Ayer se dio a conocer la primera imagen de un agujero negro supermasivo obtenida gracias al Event Horizon Telescope (EHT), una red de muchos radiotelescopios y más de 2 mil investigadores de todo el mundo.

El Messier 87* está en el corazón de la galaxia Messier, a 54 millones de años luz de la Vía Láctea, y es 6500 millones de veces más masivo que el sol. En la imagen, que bien podría describirse como un círculo de fuego, se observa el así llamado “horizonte de sucesos”, aquel límite que, una vez cruzado, no tiene retorno. Ni siquiera para la luz: cuando se atraviesa el horizonte de sucesos, la gravedad es tal que nada puede escapar de allí.  

Pero el trabajo de EHT no está, desde ya, terminado. De hecho, podría decirse que apenas comenzó. Según señaló el líder del proyecto, Sheperd Doeleman, uno de los objetivos a corto plazo es ajustar y mejorar la calidad de la imagen utilizando algoritmos.

Pero también es esperable que en no demasiado tiempo podamos ver otro agujero negro, uno que reside en el centro de nuestra propia galaxia: Sagitarius A*, que si bien es mucho menos masivo que Messier 87* (tiene “apenas” 4,3 millones de veces la masa del sol) está mucho más cerca, a unos 26 mil años luz de la Tierra.

Según Doeleman, la dificultad que presenta este objeto para capturar una imagen es que es más variable que Messier 87* en períodos cortos de tiempo. Pero esto no lo empuja al pesimismo, sino todo lo contrario: “No prometemos nada, pero esperamos tener la imagen muy pronto”, dijo en conferencia de prensa.

El EHT comprende nueve radiotelescopios distribuidos alrededor del mundo y a lo largo de 2019 se incorporará uno más, ubicado en el sur de Arizona, lo que mejorará la calidad de las imágenes. Además, se procurará observar luz en otras frecuencias que la que se utilizó para obtener la imagen que se dio a conocer ayer. Según Doeleman, esto aumenta el poder de resolución en más de 30 por ciento, de modo que la imagen puede afilarse muchísimo.

Otro proyecto, a más largo plazo, es poner en órbita un nuevo radiotelescopio alrededor de la Tierra pare mejorar aún más las imágenes.  

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