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Ciencia

Un láser espacial de la NASA estudia la migración de animales del océano

Investigadores usan láseres satelitales para estudiar los cambios en la fauna acuática.

Un láser espacial de la NASA estudia la migración de animales del océano

Todas las noches innumerables criaturas marinas, desde calamares hasta krils, nadan desde las profundidades del océano hasta la superficie para alimentarse. Esta gran migración de animales, la más grande del planeta y crítica para el clima terrestre, se pudo observar en todo el mundo por primera vez gracias al uso de un láser espacial del CALIPSO, un satélite artificial de la NASA y de la agencia espacial francés CNES.

Los hallazgos, publicados en la revista Nature, mostraron algo que sorprendió a los científicos: que los lidares —escáneres que miden y detectan objetos mediante láser— tenían la sensibilidad suficiente como para poder proporcionar mediciones oceánicas científicamente útiles desde el espacio.

Los investigadores descubrieron además cambios a largo plazo en las poblaciones de animales migratorios que se daban por variaciones climáticas. En el período de tiempo que duró el estudio (2008-2017) aumentó la población migratoria en las aguas subtropicales de los océanos Pacífico Norte y Sur, Atlántico Norte y Sur de la India; mientras que en las regiones tropicales y el Atlántico Norte, esta disminuyó.

Esto se debía, específicamente, a cambios en la producción de fitoplancton, seres vivos de origen vegetal que viven flotando en el agua y son fundamentales para mantener el equilibro de carbono en el océano

El fitoplancton cumple en el medio marino la misma función que las plantas en el medio terrestre: es responsable de la presencia de oxígeno en la atmósfera.

Los investigadores sostienen que hasta ahora no habían podido decir dónde son más importantes los animales que migran, dónde más abundantes y cómo cambian con el tiempo.

Los nuevos datos satelitales permiten conocer mejor el impacto de estas migraciones en el ciclo de carbono de la Tierra y son relevantes también para la pesca porque estos animales sirven de alimento a depredadores más grandes que frecuentemente son de gran atractivo al comercio pesquero.

Y aunque los sensores de los satélites CALIPSO fueron diseñados para medir nubes y partículas atmosféricas, pueden penetrar la capa superficial del océano y detectar también animales que se encuentren hasta a 20 metros de profundidad.

En un contexto de emergencia climática, esto es crítico para comprender cómo los recursos naturales y el clima de nuestro planeta están cambiando ahora y podrían cambiar en el futuro.

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