Britney Spears escribió en su cuenta oficial junto a un video donde la vemos bailando al son de Crazy de Aerosmith lo que sintió tras la salida del desgarrador documental que explora su vida y aseguró que se quedó “avergonzada” y llorando por la forma en que fue retratada.

El trabajo de The New York Times, Framing Britney Spears, analiza el ascenso a la fama de la cantante y los sucesos que la llevaron a tener un colapso nervioso y a perder el control de sus finanzas. Asimismo cuenta el inicio del movimiento #FreeBritney que se creó con el fin de ayudar y apoyar a la artista en la confrontación judicial contra su padre Jamie Spears quién es su tutor legal.

Con el título: "Mi vida siempre ha sido muy analizada", Britney escribió un descargo sobre la repercusión del documental estrenado en febrero y puso: “He estado expuesta toda mi vida actuando frente a la gente. Se necesita mucha fuerza porque siempre he sido tan juzgada... insultada... y avergonzada por los medios... y todavía lo soy hasta el día de hoy”. Y agregó: “¡¡¡Todos los días bailar me da alegría!!! No estoy aquí para ser perfecta... es aburrido... estoy aquí para transmitir amabilidad“.

“No vi el documental, pero por lo que vi, me sentí avergonzada bajo la luz en la que me pusieron, lloré durante dos semanas y bueno…. ¡¡¡Todavía lloro a veces!!!!”.

Con respecto al documental específicamente escribió: “No vi el documental, pero por lo que vi, me sentí avergonzada bajo la luz en la que me pusieron, lloré durante dos semanas y bueno…. ¡¡¡Todavía lloro a veces!!!!”.

El documental lejos de dejar mal parada a la artista intenta recabar los momentos en donde la sociedad capitalista norteamericana expone a una menor la lleva a la cima del mundo y le da la espalda cuando deja de tener la imagen de niña buena y angelical.

Además retrata a la figura del padre de Spears como el antagonista de la historia que solo le preocupa el dinero que puede facturar su hija y a quién en un momento de debilidad obtuvo la tutela de su hija y es quien toma todas las decisiones de la vida de la artista de 39 años hasta el día de hoy.

Sin embargo los fans y diversos organismos feministas y que analizan los derechos humanos se encuentran preocupados por el control y la eficacia que Jamie Spears ejerce sobre su hija. Y a menudo se plantean si en verdad, es ella quien escribe en sus cuentas ya que las publicaciones en reiteradas ocasiones fueron, al menos, extrañas.

La verdad es que mientras exista esta tutela completa sobre su persona, Spears no podrá hablar del tema libremente. Hasta ese momento, la verdad solo será parcial o por lo menos sospechosa.