La guerra del streaming no se lleva a cabo en un solo frente. Las diferentes plataformas se esfuerzan por sumar contenido original y propiedades atrayentes, además de grandes figuras para encabezarlas. Las apuestas arriesgadas no son gratuitas, por eso los salarios son cada vez más abultados. Apple TV Plus abrió las compuertas de los cheques cargados de ceros de la mano de Jennifer Aniston y Reese Witherspoon cuando ambas recibieron más de un millón de dólares por cada episodio de “The Morning Show”, drama que ya tiene asegurada su segunda temporada. Para Aniston la estrategia no es nueva, ya que empezó a formar parte de este distinguido club desde aquellas últimas temporadas de “Friends”, donde junto con Courteney Cox y Lisa Kudrow se convirtieron en las actrices mejor pagas de la pantalla chica.

Después de este puntapié inicial los estudios tuvieron que expandir sus tarifas e incluir nombres como Nicole Kidman en “Nine Perfect Strangers” (Hulu), Jeff Bridges en “The Old Man” (FX/Hulu), Witherspoon y Kerry Washington en “Little Fires Everywhere” (Hulu) y Steve Carell en “Space Force” (Netflix), todos con proyectos a futuro que les aseguraron ese palito verde por capítulo. “En este momento particular hay un frenesí. Se ha invertido mucho dinero en el universo de la televisión debido a la entrada de nuevas empresas en el mercado y al deseo de generar un impacto realmente rápido”, asegura Dante Di Loreto, presidente de entretenimiento de Fremantle para los Estados unidos, explicando por qué las productoras están tan abiertas a entregar sus preciados millones.

Apple, Disney Plus, HBO Max, Peacock, Quibi, Netflix, Amazon, Hulu, la oferta no para de crecer y tampoco las inversiones. Los productos de calidad atraen a esas primeras figuras (¿se acuerdan cuando la tele era para actores de segunda?) cuyo talento e impronta ayudan a promover los proyectos. Un círculo vicioso que, en última instancia, debe recompensar este aporte en épocas de un Peak TV súper desbordado.     

La TV siempre tuvo sus grandes figuras, pero fue esta última década la que les abrió las puertas a intérpretes de renombre como Matthew McConaughey y Woody Harrelson en la primera temporada de “True Detective”, o Kevin Spacey (¡ups!) y Robin Wright en “House of Cards”. Apenas la punta del iceberg de esta tendencia que ayudó a amalgamar la relación entre las diferentes pantallas, sumando estrellas que, en otras circunstancias, le hubiesen dicho que no a este “medio inferior”.  

Ahora, todos parecen estar disponibles, siempre dependiendo del proyecto, claro está, porque una miniserie con realizadores de renombre no tiene nada que envidiarle a una producción cinematográfica. Está claro que nombres como Leonardo DiCaprio, Brad Pitt o Tom Cruise todavía resultan inalcanzables pero, ¿qué pasaría si ese millón por episodio se convierte en dos millones? Para muchos agentes dentro de la industria esta posibilidad no es tan lejana y ya se está cocinando gracias a Chris Pratt y Harrison Ford quienes están desarrollando proyectos televisivos que sumaran más de un millón por capítulo.

Pero todos estos ceros no son exclusividad del streaming o las cadenas premium: los nerds de “The Big Bang Theory” también gozaron de este reconocimiento financiero, así como Norman Reedus en “The Walking Dead”, y los actores principales de “Game of Thrones” en su última temporada. Aunque estos salarios están asociados al rating y los galardones de sus respectivos shows, y llegaron con el correr de las entregas, muchas negociaciones y acuerdos de sindicalización. Los ‘nuevos millonarios’ se aseguran su dinero desde cero, incluso antes del comienzo de la producción, y una serie de demandas que vienen aparejadas con dicho estrellato.

 Así no hay competencia que valga, pero parece ser un acuerdo del que todos se benefician: los actores mantienen su estatus desde la pantalla chica -rara vez aceptan hacer un piloto si la temporada completa ya no está aprobada-, y flamantes plataformas como Apple TV pueden salir a la cancha a pelearle de igual a igual a sus más grandes competidores porque tienen este as bajo la manga y la cara de Aniston y Witherspoon para vendernos sus manzanas.