Los controles respecto al coronavirus y las estritas normas impuestas por Reino Unido obligaron a que el duelo entre Chelsea y Porto pierda parte de su encanto a partir de que ninguno de los dos clubes pudo hacer de local en sus estadios y todo se resumió en dos duelos que se dieron en el Ramón Sánchez Pizjuán de Saevilla.

En la ida el 2 a 0 de los ingleses (como visitante) lo posicionaba de gran manera pensando en el encuentro de vuelta que se jugaba bajo las mismas condiciones, a diferencia de que los de Thomas Tuchel hacían de locales en los papeles y respiraban con el resultado obtenido seis días atrás.

Así fue también como aforntaron el partido y desde el arranque esperaron por la obligación de su rival a marcar y en las contras econtraron espacios con un tridente de ataque cargado de juventud y talento con Mount, Pulisic y Havertz, en un planteo que no contó con un centrodelantero fijo.

Del otro lado, Agustín Marchesín fue de la partida y tuvo pocas intervenciones en su equipo, que dominó e intentó imponer condiciones pero no pudo superar la barrera de Chelsea hasta el último minuto del partido. Jugado en ataque Porto, llegó una nueva pelota al área en la que Taremi la agarró de tijera para colgarla en un ángulo y poner el 1 a 0.

Sin embargo, el tiempo estaba prácticmaente cumplido y los "Blues" regresan a una semifinal de Champions League en la que esperan por dos de los grandes candidatos, Liverpool o Real Madrid, un duelo que se define en Anfield Road y donde los españoles llevan una ventaja de 3 a 1.