El jueves no será un día más en la carrera de Pablo Carrizo. A sus 35 años y luego de un largo paso en el exterior, el destino del fútbol lo trajo de vuelta al Monumental, donde tendrá su primer partido como rival del club de sus amores y también será la primera vez en esa cancha, luego del fatídico descenso de 2011.

A horas del encuentro por los cuartos de final de Copa Libertadores, el jugador de Cerro Porteño habló de sus sensaciones por el regreso y puntualizó en cómo actuará ante la reacción de los hinchas, esperando por cualquier cosa: aplausos, silbidos o indiferencia.

"Pasaron ocho años, fue mucho tiempo, no esperaba el día. Volver es siempre una alegría por los recuerdos que tengo. Me emociona y lo voy a tener que manejar porque en el juego hoy represento a otro equipo", comenzó Carrizo en su entrevista con TyC Sports.

"Las cosas las hice lo mejor que pude, después el hincha es el que tiene siempre la verdad. Nosotros estamos atados y vivimos por ellos, lo que decidan es respetado de mi parte. Internamente siempre supe que el hincha valoró el esfuerzo de ese equipo que dio la cara en ese año. Yo me enfoco en ese tipo de hincha. Cuando den un pase para atrás la gente va a tratar de intimidar, presionar y hacer valer la localía. Yo ahora soy el verdugo de esta fase, son las reglas del juego y hay que aceptarlas", agregó el ex Inter.

Por último, habló de un regreso que nunca ocurrió y algo que podría no volver a pasar. "Me hubiese gustado volver como jugador, pero entiendo que uno debe ir a un lugar donde es pretendido. Yo ya lo fui en su momento, hoy no. Entonces busco que mi carrera retome el camino que a lo mejor en algún momento se pudo haber manchado por resultados deportivos o gestos que hice en su momento y que cayeron mal y generaron polémica".