Lo que Conmebol logró en el ú

ltimo tiempo en cuanto a la credibilidad de la organización ha dejado mucho que desear. Luego de su accionar en la final de la Copa Libertadores con el caso River vs Boca, sumado a los escándalos de mala inclusión, ahora se metió con la organización de un torneo, que ellos mismos definieron.

Tras una reunión llevada adelante en la sede de Luque, Paraguay, se resolvió que la final de la Copa Sudamericana actual, que se iba a disputar en el Estadio Nacional de Lima, no se jugará allí, por "motivos de organización".

En el mismo comunicado presentado, la Confederación Sudamericana de Fútbol agrega que la misma se trasladó a otro país y así Paraguay, más precisamente el Estadio Defensores del Chaco (Asunción), se convirtió en la nueva opción.

"La determinación fue tomada tras un análisis entre los integrantes del Consejo de la CONMEBOL, teniendo en cuenta cuestiones organizativas que facilitarán el éxito de la final única de este torneo de clubes sudamericano", remarca en una excasa presentación vía web el ente liderado por Alejandro Domínguez.

Esta decisión sorprende sobretodo porque se tomó con el torneo en pleno transcurso, finalizando la primera etapa de la misma y a falta exactamente de seis meses para que se lleve adelante. Ahora, entonces, todos los cañones apuntan hacia Paraguay.