Roger Federer y Rafael Nadal siguen regalando partidos de ensueño para los amantes del tenis. Luego de dos años y medio (final de Australian Open 2017), se volvieron a cruzar en un Grand Slam y fue triunfo para el español, en el terreno que mejor le sienta (Semi de Roland Garros). Ahora en el All England llegó un partido que todos marcaron en sus cuadros, soñando con que se de... y se dio.

El primero en lograr el pase a semifinales fue el suizo. Contra el siempre peligroso Nishikori, no arrancó bien su camino, luego de perder el primer set por 6-4. Sin embargo, su reacción no tardó en llegar y se quedó con el segundo por 6-1, para luego continuar en la senda ganadora y cerrar el juego 6-4 y 6-4.

A los pocos minutos, fue el turno de Rafa de saltar a la cancha ante Sam Querrey y no tuvo piedad con el norteamericano. El primer set fue trabajaoso pero el manacorí logró quebrar para llevarselo 7-5 y luego sentenció los parciales posteriores con un doble 6-2, para llegar a un nuevo clásico.

EL CLÁSICO N°40

A los 33 y 37 años, las leyendas del tenis siguen dando cátedra. A los más jóvenes no les dan la chance de terminar de explotar y de "robarles" al menos un Grand Slam. Sumemos a Novak Djokovic en esta lista que, esta vez, verá el partido luego de enfrentar a Bautista Agut en el primer turno de semifinales del viernes.

Pero volviendo al clásico, Federer y Nadal jugarán su partido 40 con un historial favorable al español. Con un total de 24 victorias y 15 derrotas, el nacido en Mallorca cuenta con la diferencia, pero que en el césped del All England no es como parece.

Sobre dicho terreno (y curiosamente) jugaron en tres ocasiones y todas ellas fueron en la final, y las primeras dos fueron para el ocho veces ganador de Wimbledon. Federer se quedó con el título en 2006 y 2007. Pero en 2008 la historia iba a ser distinta y con un contenido épico pocas veces visto en el tenis.

FEDERER - NADAL: A 11 AÑOS DE UN PARTIDO HISTÓRICO

En 2008, el 1 y 2 de aquel momento se volvieron a ver las caras y Nadal llegaba con el peso de no poder demostrar en otras superficies su dominio sobre polvo. Apenas unas semanas atrás, había aplastado a Roger en Roland Garros por 6-1 6-3 y 6-0 en la final y la tensión invadía el estadio central.

Con esos condimentos jugaron ambos un partido de 4 horas y 48 minutos que tuvo lluvia de por medio. Los primeros dos sets fueron para Nadal por 6-4 y todo parecía llevar a su victoria, hasta que Federer reaccionó y forzó dos tiebreaks para cerrar 7-6 el tercer y cuarto parcial.

El quinto era a todo o nada y así lo jugaron. Sin tiebreak ni limite de games, los tenistas forzaron el partido a un 16to juego donde finalmente el peso físico de Rafa hizo la diferencia y cerró el 9-7 épico, que fue catalogado como el mejor partido de la historia por los propos protagonistas. 

11 años más tarde, la racha de tres finales se corta con la primera semi en Wimbledon, donde todos la consideran "la final sin corona", a pesar de que no se debe subestimar la presencia de Djokovic o Bautista Agut del otro lado del cuadro, que apenas se dieron un set cada uno en sus primeros cinco partidos.