Se cerraron los partidos de ida de los cuartos de final de la Champions League y la primera sorpresa no se hizo esperar. Luego de las victorias de Liverpool y Manchester City en su claro rol de favoritos ante Benfica y Atlético de Madrid, llegó una jornada en la que el Chelsea empezó a mostrar sus problemas y el golpe psicológico por la salida de su dueño.

En Inglaterra, los de Thomas Tuchel recibieron a Real Madrid, que llegó con un ánimo diferente tras la victoria ante Paris Saint Germain y contó, una vez más, con un Karim Benzema descomunal. El francés iba a ser el detonante de un resultado que acerca al "Merengue" a una nueva semifinal.

A los 21 minutos iba a llegar la apertura del marcador con un gran cabezazo sobre Edouard Mendy y apenas tres minutos después iba a mostrar otro repertorio aéreo para establecer el 2 a 0 en Stamford Bridge. Chelsea, deslucido y que llegaba tras una derrota por 4 a 1 en la Premier, reaccionó y se puso en juego a los 40 minutos con el tanto de Kai Havertz.

Sin embargo, un error a los 45 segundos del complemento iba a ser letal. Mendy dejaba una pelota corta y Benzema le ganó a una debil resistencia de Rudiger para marcar su segundo hat-trick consecutivo en Champions League y acomodar la serie. El resto de los 90 minutos sue trató de un equipo local que llegó y probó la resistencia de un firme Courtois que mantuvo el resultado pensando en la vuelta.

En España, por otro lado, se presentaba el primer partido de la llave más "accesible". Villarreal volvía a verse con su público luego de eliminar a Juventus y en este caso llegaba otro gigante como el Bayern Munich, claro candidato en la serie, que buscaba una ventaja para cerrar la serie en casa.

Sin embargo, el Estadio de la Cerámica fue una fiesta que explotó a los ocho minutos de partido cuando Arnaut Danjuma abría la cuenta para el local, en lo que era algo impensado. A partir de ahí, fueron los bávaros los que intentaron pero se toparon con una dura defensa rival, donde fueron titulares Gerónimo Rulli, Juan Foyth y Giovani Lo Celso.

La ventaja para el "Submarino" iba a ser mayor a los 40 minutos, pero el VAR anulaba el tanto de Coquelin por un claro offside no sancionado de entrada. Desde entonces, supo como desactivar el poderío del Bayern Munich y cerró un triunfo que lo deja bien parado en búsqueda de la hazaña en el Allianz Arena.