En un segundo día de protestas contra Josep María Bartomeu, presidente de Barcelona, por la decisión de la salida de Lionel Messi del club luego de más de 20 años, los hinchas llegaron en mayor número a la noche del martes y se hicieron escuchar en la puerta del Camp Nou con banderas, carteles y cantos.

Si bien se informó que el mandatario de la cúpula dirigencial no estaba presente en las oficinas del club culé, el grupo le apuntó directamente a él pidiendo por su "dimisión" (renuncia) y además cantando el himno del club y los pedidos para que el argentino revea su decisión y continúe allí.

La situación, sin embargo, tuvo su momento de tensión cuando las rejas principales del predio se abrieron para dar salida a un camión y allí gran parte de los hinchas ingresaron caminando e incitando a copar las instalaciones para continuar ejerciendo una presión sobre Bartomeu, que no parece tener resultado.

Desbordados por el avance de los culers, los integrantes del servicio de seguridad privada de Barcelona debió contar con la asistencia de los Mossos D'Esquadra (Policía de Cataluña), que controlaron la situación y quitaron a los hinchas con algunos incidentes leves que no pasaron a mayores.