Inter acaba de obtener una victoria que puede ser determinante en la Serie A. Siendo segundo de la liga, le ganó 2 a 0 a la Juventus en Milán y se puso como puntero provisoria hasta que el otro conjunto de la ciudad derrotó a Cagliari para ser el único líder. De esta manera, hay ilusión y luego de nueve temporadas puede ser que la "Vecchia Signora" no sea campeón.

Sin embargo, en el club neroazzurro la vida tiene dos caras. Por un lado, un equipo que asumió el protagonismo tras la eliminación de la Champions League, quedando último de su grupo, y ahora va por todo en casa y del otro una institución que no lo respalda y que va más allá de los deportivo. Suning anunció que hay una crisis financiera y la venta del club parece la única solución.

Según relata el diario La Reppublica, el gigante chino, que tiene a Steven Zhang como propietario del club, enfrenta una dura realidad económica y el Inter es el que paga los platos rotos. Si bien esto tomó mayor notoriedad ahora, los dueños les deben a sus jugadores los sueldos de julio y agosto de 2020, cuando habían prometido pagarlos en septiembre 2020.

"El hecho de que el técnico ya tuviera claro hace cinco meses que el efectivo de Suning estaba vacío, al menos en lo que respecta al efectivo para gastar en fútbol, ayuda a contextualizar", cuenta el periódico sobre una reunión en el pasado que tuvo a los dueños, los directivos y a Conte como protagonistas.

Sin embargo, crecieron muchas suspicacias que se relacionan con momentos deportivos. La derrota en la final de la Europa League ante Sevilla fue justo en medio de la falta de pago y a ello se le sumó el comienzo de la nueva temporada y le mencionada eliminación en Champions League. Los jugadores, que aún se mantienen unidos y enfocados, no sienten del todo la seguridad que esperan.

"Sería una gran mentira decir que no nos importa", agregó Conte sobre un momento en el que Suning esccha ofertas de otros fondos internacionales para salvar su economía en Inter y traer tranquilidad al club, pero esto no solo es una cuestión de dinero, sino que lo deportivo se puede ver afectado y pronto.

Con las deudas pendientes a los jugadores, la Federación Italiana (FIGC) y la UEFA establecen un plazo a cumplir sobretodo si los dos dos sueldos son de más de seis meses. En este caso, se estableció un límite para abonar dicho dinero o en caso contrario se puede actuar de oficio y le podría costar una serie de puntos de la Serie A.

El 16 de febrero es la fecha límite para que Inter de Milán, sea bajo el dominio de quien sea, tiene que pagar los salarios y si no lo hace la temporada podría estar en riesgo. La ilusión de los jugadores podría transformarse en malestar y ese malestar podría derivar una salida multitudinaria, llevando al equipo nuevamente a vagar en mitad de tabla y penar por lugares en Europa League.