Tras dos partidos de ausencia por suspensión, Lionel Messi volvió a ponerse la "10" para el duelo entre Barcelona y Rayo Vallecano en la Copa del Rey, en la que el conjunto de Koeman quiso evitar la sorpresa en el certamen, donde ya quedaron sin vida Atlético de Madrid y Real Madrid entre otros de La Liga.
En Vallecas, el conjunto catalán presentó un equipo con algunos suplentes, pero con la presencia de Busquets, De Jong, Messi y Griezmann desde el arranque para tratar de sentenciar el juego. En la primera etapa, parecía que la victoria estaba al caer e iba a ser goleada para la visita que se lució en ataque.
Sin embargo, dos remates en el palo, uno de Puig y otro de Trincao, sumada una jugada que erró De Jong dentro del área le impedían ponerse en ventaja y así se cerraba una primer mitad donde el dominio fue absoluto.
En el comienzo de la segunda parte, el crack argentino vovía a poner peligro con un remate de tiro libre que pegaba en el travesaño e increiblemente en la primera que tuvo el local, liquidó a Barcelona. En una contra bien comandada, García cerró el 1 a 0 en el segundo palo y daba la sorpresa.
A los pocos minutos, Koeman metió mano en el equipo con los ingresos de Jordi Alba, Pedri y Dembélé y a los dos minutos aparecía el empate. Griezmann rompía la defensa con un pase filtrado y tras un desborde por izquierda asistió a Messi para el empate parcial.
Desde ahí, todo volvió a saer de Barcelona y el segundo gol llegó un rato despúes, cuando Lionel Messi puso a correr a Jordi Alba y el lateral centró para Frankie De Jong que de primera estampó el 2 a 1 para darle el boleto a los cuartos de final y soñar al menos con un título en una temporada que arrancó trunca.