Muhhamad Ali, el campéon de mundial de los pesos pesados y acaso el deportista más grande de todos los tiempos, este lunes 17 de enero hubiera cumplido 80 años.

Este hombre nacido en Louisville como Cassius Clay (un nombre de "esclavo" según su percepción), fue el primer boxeador en conquistar tres veces el título de campéon mundial entre los pesados, además de colgarse la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Roma 1960.

Así como lo hacía arriba el Ring, Ali también supo "plantarse" ante el poder y era un ferviente luchador por las causas sociales, entre ellas, el racismo, algo que padeció en carne propia.

En una icónica entrevista que brindó en 1971 por televisión, la leyenda dio una lección de humanidad en la que desnudó la discriminación que se vivía en aquel momento -y se siguen viviendo-, a partir de una seguidilla de preguntas.

En su conversación con el periodista Michael Parkinson, Alí contó que cuando era chico solía preguntarle a su madre sobre la cantidad de personas y objetos blancos que figuraban en los medios, la literatura y hasta en los productos, y se preguntaba por qué las personas negras no estaban representadas de la misma manera.