El clásico de Avellaneda empezó convulsionado y terminó de la misma manera. Luego de una semana marcada por los contagios de coronavirus (COVID-19) que obligó a ambos equipos a hacer cambios y dejar afuera a varios titulares, Racing venció a Independiente por 1 a 0, con un penal sobre la hora que desató furia y polémica.

El partidos se definió en una jugada. Cuando parecía que el empate sin goles iba a decorar el resultado de un duelo chato, sin sobresaltos y de bajo nivel futbolístico, Ivan Maggi cayó dentro del área del Rojo y Mauro Vigliano cobró un penal polémico que decantó en la victoria de la Academia.

En medio de las protestas de los jugadores de Independiente y los cantitos de los "allegados" que se acordaron de la madre del árbitro, Enzo Copetti se hizo cargo del disparo y lo cambió por gol para darle el triunfo a Racing.

Previo al fallo fatídico del árbitro que cambió la historia, en el encuentro había pasado poco y nada. Los dos fueron cautelosos desde el arranque. El equipo que dirige a Julio César Falcioni -que vio el partido desde la casa por estar contagiado de COVID-19- apostó al contragolpe y recién a cinco minutos del cierre del primer tiempo tuvo la más clara a partir de un error de Kevin Gutiérrez, que falló un pase y dejó a Silvio Romero con toda la cancha para avanzar. El Chino habilitó Jonathan Menéndez, que definió al ingresar al área pero su remate se fue cerca del palo derecho de Gabriel Arias.

A los 15 minutos del complemento, Racing contestó con un tiro de esquina de Maximiliano Lovera que Copetti no llegó a mandar a la red. Sin brilla, los dirigidos por Juan Antonio Pizzi tuvieron la iniciativa pero les faltó efectividad en las pocas chances que tuvo. Hasta el final, donde el ex jugador de Atlético Rafaela se adueñó del disparo desde los 12 pasos y sentenció la victoria en el clásico para la Academia.

El resumen del clásico