Pasando uno de los peores momentos deportivos de su último tiempo, el 22 de marzo San Lorenzo recibió una dura noticia, luego de que las autoridades del Tribunal de Disciplina, a razi de la queja de la Superliga, decidiera descontarle seis unidades y hundirlo en el fondo de la tabla, por irreguaridades en los pagos de los jugadores.

Inmediatamente, el presidente Matías Lammens salió a aclarar la situación e informó que el club de Boedo iba a apelar la medida. Este viernes, y a través de un comunicado oficial, expresó su presentación formal para que se revea el fallo, exigiendo la devolución de los puntos.

"Se trata de una decisión que, en forma preliminar, podemos calificar de arbitraria. Evidentemente, estamos ante un castigo severo por el incumplimiento de formalidades, sin atender a la realidad de las situaciones de los protagonistas del caso", recita parte del escrito presentado en la web de San Lorenzo.

Entre algunos de los puntos planteados por la institución, se detalla que es "imposible aplicar el Reglamento de Licencias a los contratos celebrados con anterioridad a su entrada en vigencia", asegurando que las leyes no tienen caracter retroactivo, la cuál no habría sido tenida en cuenta por el Tribunal.

"San Lorenzo no mintió, ni falseó Declaraciones Juradas alguna, tal como aseguró el Tribunal de Disciplina de la Superliga. San Lorenzo, repetimos, SIEMPRE dijo la verdad", asevera el club al respecto de lo que se planteo, y por último se informó que "cumplió puntualmente con el pago de los sueldos" y que se vio obligado a "renegociar algunos contratos luego de la gigantesca devaluación".