Mauro Icardi volvió a quedar en el ojo de la tormenta. Esta vez, todo ocurrió dentro de la cancha, durante el partido que el Inter le ganó 3-1 a Frosinone por la fecha 32 del campeonato italiano.
Se jugaban 35 minutos del primer tiempo cuando el equipo de Milán iba ganando 1 a 0 y el argentino agarró la pelota para patear un penal. Sin embargo, apareció Ivan Perisic, se la pidió y finalmente terminó realizando el remate que puso la historia 2 a 0. El rosarino y le croata están enemistados debido a unas críticas declaraciones que hizo Wanda Nara en el programa en el que es columnista. A pesar de ello, Icardi tuvo un buen gesto y le dio la mano tras el gol.
Una suma de conflictos
Hace meses que Icardi tienen problemas con la institución italiana, como nunca antes había tenido desde que llegó. Todo se desató a partir de que el argentino perdió la cinta de capitán, semanas después de haber recibido una multa económica por llegar tarde a un entrenamiento. Tras esta situación, el delantero no viajó a Austria para disputar los 32vos de final de la UEFA Europa League ante el Rapid Viena.