El árbitro argentino Fernando Rapallini terminó siendo un protagonista en el primer clásico entre Gremio e Internacional de Porto Alegre por Copa Libertadores. En lo que fue el último partido antes de la suspensión por el coronavirus y ante un estadio explotado de hinchas (fue el único partido que se jugó con público), Rapallini sacó 8 tarjetas rojas sobre el final. No hubo goles.

El Arena do Gremio tuvo una batalla campal cuando faltaban 10 minutos para que se cumpliera el tiempo reglamentario. Hubo encontronazos durante todo el partido, pero el cruce se volvió más violento al final. La mayoría de los jugadores que estaban en el campo de juego empezaron a golpearse y unos pocos intentaban separalos. Los suplentes se metieron y ahí hubo piñas, patadas y violencia verbal.

Mientras tanto, Rapallini sacaba rojas y sus colaboradores intentaban descifrar quiénes eran los expulsados. Cuando todo se calmó, se aclaró la situación y en Gremio se fueron  Luciano, Pepe, Caio Henrique y el suplente Paulo Miranda. De Inter salieron  el defensor argentino Víctor Cuesta, junto a sus compañeros Edenilson, Moises y el suplente Bruno Praxedes.

El partido continuó algunos minutos más, aunque nunca quedó claro cuánto tiempo se perdió, cuánto adicionaron los árbitros y se se cumplieron los minutos adicionales. Un papelón para lo que fue el último partido de Libertadores hasta nuevo aviso.

El Inter del Chacho Coudet y Gremio encabezan las posiciones en el Grupo E con 4 puntos, América de Cali marcha con 3 y cierra Universidad Católica, dirigido por el argentino Ariel Holan, sin nada.