Inició el año y con él uno de los primeros episodios resonantes en el espectáculo que involucró a la familia de Susana Giménez. Su nieta, Lucía Celasco, su hija, Mercedes Sarrabayrouse, la pareja de ella, Joe Miranda fueron denunciados por agresiones físicas, verbales y amenazas.
Sucedió en Punta del Este. La joven estacionó el auto frente al boliche Tequila. Sin embargo, según el relato de los denunciantes Gimena Binaghi y Marcelo Parra Morón, el auto estaba frente a su garage. La mujer necesitaba salir para ir a buscar a su hijo a una previa y llevarlo a una fiesta.
En ese momento, apareció Celasco y le gritó: "No me llegues a tocar el auto, negra de m... porque te mato". El episodio siguió con una serie de agresiones físicas y verbales, y finalizó con la denuncia de la pareja.
La palabra de Susana
Tras el hecho se esperaba la voz de las protagonistas y, por supuesto, de la conductora. Y así fue. En las últimas horas la diva conversó con los medios al concurrir a un evento inmobiliario en Punta del Este, donde viajaron para pasar las fiestas y las vacaciones.
"Un poco la reté pero no me quiero meter, que arregle con su mamá. Yo a mi hija ya la crié y ahora le toca a ella", contó la conductora que definió lo sucedido como un "wrong moment" (momento equivocado).
"Ella (en referencia a Lucía) está bien. Espero que todo termine porque lo que están diciendo por televisión no es la verdad", sostuvo y negó que haya una contradenuncia de parte de su familia. "El mejor juicio es el que no se hace", consideró.
Para cerrar la nota, la conductora sostuvo que espera para este 2020 y respondió si invitará al presidente Alberto Fernández a su living. "Mis deseos son para la Argentina, no para mí. Por favor que se arregle todo de una vez", expresó Susana.
"Yo le deseo lo mejor del mundo a Alberto, no soy K pero le deseo que sea un genio. Faltan seis meses para tenerlo en el programa. Si dentro de ese tiempo es un dios, sí me gustaría", cerró.