Hace dos meses atrás, en el Hospital Eva Perón en Tucumán, se terminaba la tortura de "Lucía" (nombre ficticio) y le realizaban una micro-cesárea en el marco de una interrupción Legal del Embarazo para salvar su vida. La chiquita, que fue violada por su abuelastro, llegó al nosocomio pidiendo una Intervención Legal del Embarazo pero grupos y militantes en contra del aborto legal intervinieron poniendo en riesgo su integridad física. 

Su madre, quien llevó adelante el pedido de la intervención y acompañó a "Lucía" mientras estuvo internada, habló por primera vez. A través de una entrevista para el diario La Gaceta, contó de forma desgarradora cómo, día a día, tanto los médicos como parte del gobierno tucumano, persiguieron, acosaron y torturaron tanto a ella como a su pequeña hija. 

Para aclarar los tantos: en nuestro país existe el Protocolo FAL, un fallo que permite el acceso a una intervención legal del embarazo en casos de violación (como era el caso de "Lucía") o riesgo de vida de la madre. Lo que pedía la madre de la nena es legal y es un derecho. 

Aún así, tanto el Dr. Gustavo Santiago Vigliocco como la ministra de Salud de la provincia Rossana Chahla, curas y otros médicos, le negaron a la nena ese derecho adquirido y con una cruz como estandarte la expusieron a más de un mes de torturas que la madre relata por primera vez. 

En la entrevista, ella cuenta cómo el titular del Sistema Provincial de Salud (Siprosa), Vigliocco, la “volvió loca” con su insistencia para que “Lucía” siga con el embarazo. "Me decía que mi hija se iba a morir si abortaba y nos pidió que ´aguante´hasta los siete meses de gestación", denuncia.

Por otro lado, también explica cómo Vigliocco además le propuso adoptar, criar al bebé "como si fuera su hijo" y construirles una casa "para que no les falte nada". Todos los días que la nena estuvo internada, según su madre, el titular del Siprosa le regalaba caramelos a la pequeña y un día hasta llegó con una tablet a modo de persuasión. Además, tenían la visita diaria de un cura que le preguntaba a la mañana y a la tarde lo mismo: "¿Por qué no lo dan en adopción?". Luego, el cura le acercaba una cruz en su pequeña frente mientras la nena lloraba y le decía que se aleje. Todos los días.  

Estas situaciones vividas, marcaron para siempre a "Lucía" que un día, entrando al hospital, se hizo pis del miedo. El relato de la madre es contundente y deja muy en claro a quién denuncia por torturar y negarle a su hija el derecho a un aborto seguro. 

Pero no todo es oscuridad. La médica Cecilia Ousset y su marido el doctor José Gigena (quienes irónicamente se encuentran imputades por un grupo de abogadas antiderechos), llegaron de madrugada para salvar la vida de la chiquita que corría riesgo. 

"Eran las 23 y mi hija lloraba. Le untaba gasita y le hacía pasar por la boca. La hacía jugar con enfermeras, con sillitas, con juguetes. Así estuvimos hasta que a las doce llegaron la doctora y el doctor. Sólo yo sé lo que mi hija ha sufrido. Ella se empezó a poner morada, tenía 170 de presión. Yo lloraba a gritos y recordaba las palabras del doctor (Vigliocco), que me había dicho que se iba a morir. Pero le doy gracias a Dios y a los médicos que mi hija nunca perdió tanta sangre como él me decía. Si no hubiera sido por los doctores no sé si ella estaría con vida. Si seguía con el embarazo corría mucho riesgo", sentencia su mamá.

Luego de las declaraciones de la madre, Filo.News se comunicó con Emilio Guagnini, integrante de la organización ANDHES (Abogados y Abogadas del NOA en Derechos Humanos y Estudios Sociales) y es quien lleva adelante las medidas legales que defienden tanto a "Lucía" como al matrimonio acusado de homicidio por salvarle la vida. 

Represalias celestes ante el cumplimiento de una ley

"Los médicos recibieron una denuncia en su contra por homicidio agravado ante la fiscal Adriana Giannoni que es una fiscal que tiene afinidad ideológica con los antiderechos. De hecho, en su oficina tiene un cartel que reza ´Aquí se defienden las dos vidas´. Es la misma fiscal que antes de que se practique el procedimiento intimó al Hospital para que se garanticen las dos vidas y como consecuencia de esto ningún medico quiso realizar la práctica, por lo tanto terminaron buscando a dos médicos privados que son quienes después fueron denunciados", detalla el especialista. 

Ante esta situación compleja, desde ANDHES, recusaron a la Fiscal y al juez Facundo Maggio (abogado defensor de genocidas) quien interviene en el caso y es, también, antiderechos. "Con esa Fiscal y ese Juez, el matrimonio aún no fue imputado pero puede ocurrir porque su causa avanza rapidísimo. Esa denuncia es un mamarracho jurídico, porque la práctica que realizaron es una práctica legal que está dentro del Código Penal en el artículo 86 inciso dos. La denuncia dice que los médicos se complotaron y que fueron al hospital y obligaron a la niña (cuando en realidad la voluntad de la niña desde el principio fue realizar la ILE) a una cesárea. Sería impensado que esa causa prospere", indica Guagnini. 

El Hospital del terror

La madre de "Lucía", habló después de dos meses y dio nombres. "Conforme al testimonio, el hospital incurrió en innumerables cantidad de delitos. Porque la historia clínica salió en las redes, porque la manipularon y le mintieron para que no realice el procedimiento", sostiene el letrado.

Dentro de todas las atrocidades vividas, el abogado detalla: "Le pusieron inyecciones mintiéndole, diciéndole que era para la anemia, pero en realidad era para hacer madurar al neonato".

Por otro lado, la divulgación de su historia clínica, la visita diaria de médicos con objeción de conciencia que buscaron convencerlas, la presencia constante de la Iglesia fueron violencias a las que también estuvieron expuestas y por lo cual también se denuncia al hospital que fue el responsable de estos incumplimientos.  

"El Estado que debe ser el garante de derecho no quien termine vulnerándolos. Le mintieron, la incitaron al miedo para que no realice la practica. Manipularon su decisión y la de la madre. Tucumán, con esto, retrocedió. El aborto seguro por una violación, es una opción que está en nuestra Constitución desde hace casi cien años (1921)", indica el abogado. 

A la intemperie y sin techo

Entre las muchas cosas que vivieron mientras estuvieron en el hospital, un detalle no menor asoma y deja en claro la vulneración y violencia con la que se manejó particularmente el doctor Vigliocco. 

Tanto "Lucía" como su mamá vivían en una casa muy precaria. La misma que, según la denunciante, el médico se ofreció a refaccionar. Artilugio que usó para convencerlas de que esperen al séptimo mes de embarazo de la chiquita para que el neonato sobreviva.

Durante ese mes, Vigliocco le desarmó la casa para volverla a armar. La idea era refaccionarla de manera tal en la que tanto ella como la niña "vivan de manera más decente". Pero en el medio de la reconstrucción del hogar, sucedió la intervención y el desenlace es brutal. "Ella tenía techo, agua, puertas. Era precaria pero se podía vivir. El médico le rehízo la casa, se la desarmó entera y cuando sucedió el procedimiento, desapareció. No volvió más, le dejó la casa sin techo", agrega.  

Si bien todos estos derechos vulnerados fueron denunciados, la causa aún no se mueve. "Hay una denuncia por la difusión de la historia clínica que archivaron y luego una por todas estas vulneraciones que no tiene ningún movimiento. Pero eso sí, la denuncia por homicidio que recibieron los médicos, se mueve rapidísimo", finaliza. 

La madre, por su parte, aún no tiene la tenencia de su hija a quien se la arrancaron de los brazos después de la internación. "Tengo una tristeza muy grande. Mi hija quiere volver conmigo y le tengo que decir que tiene que esperar. Ver que ella se ríe y juega cuando está conmigo me llena de alegría. Pero para que seamos totalmente felices hace falta que me entreguen la tenencia de mis cuatro hijos. Y pido justicia, si es posible que esa persona (por el violador que ya está preso) que le hizo daño a mi hija salga de la cárcel en cajón", sostuvo ella en la entrevista.

Aquí, los videos con la declaración de la madre: