La primera que sufrió este "repudio"  fue Thelma Fardín, quien como cualquier otro ser humano, quiso despedirse de Diego Maradona, pero se la criticó, por ser "feminista" y por las actitudes que mantuvo el Diez durante toda su vida. 

Esto abrió una nueva grieta en argentina, sobre si podemos separar o no al ídolo de la persona. Ahora fue Florencia de la V, quién escribió en sus redes un descargo sobre su sentir con respecto a Diego. 

Florencia tiempo atrás, había tenido unos dichos repudiables, y en su momento, ella decidió pedirle a la producción de Tango Argentino, que quitaran la foto de Maradona, en un segmento de la obra en donde se homenajeaban a los ídolos máximos del país. 

Ahora, con lo sucedido, ella decidió recordar al futbolista de la mejor manera, quedarse con los recuerdos y anécdotas buenas que tuvo con el astro de la pelota, y obviar y olvidar un conflicto pasado, como hacemos la mayoría de los seres humanos, que nos peleamos y nos reconciliamos, y ante una muerte elegimos cómo queremos recordar a esa persona en particular. 

Pero las redes no perdonan, y la política de cancelación está a la orden del día. Por eso escribió una columna donde se plantea esta situación y por la cual se hizo tendencia. 

"Me resulta muy doloroso negarles a las pibas llorar a Maradona, ser parte del pueblo. Incluso nos conmovió a quienes no nos pasa nada con el fútbol, así que ¡no nos juzguemos! Pretender que el feminismo sea un adalid de la conducta sin fisuras y no repare en las contradicciones es un error, el feminismo debería buscar que las pibas, las mujeres y las femineidades podamos actuar según lo que sintamos, incluso cuando se trate de una persona amada. Un movimiento de liberación no es una doctrina: no se trata de descalificarnos unas a otras". Explicaba con total claridad en la columna que realiza para Página 12

Y concluye el texto con sinceridad y cordura:" ¿Saben quién fue el primero que me llamó para felicitarme? Diego Armando Maradona. Sonó mi celular, respondí y escuché su voz. Imagínense mi sorpresa... «¡Muy bien Florcita, se hizo justicia!», fueron sus palabras. ¿Cómo puedo olvidar ese gesto? Diego había comprendido antes que nadie el significado de ese fallo, la justicia social a un colectivo tan discriminado como lo fue él por cabecita negra. Ese Diego quiero recordar y despedir: el que ocupa un lugar en lo más sagrado de la memoria popular argentina y en nuestros corazones. ¿Por ser travesti y feminista no puedo llorar al Diez?
¡Por favor! Déjenme llorarlo en paz".